LONDRES
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Incluso el mejor tenista del mundo puede tener un mal día, especialmente frente a alguien que muchos consideran es el mejor de todos los tiempos.
Roger Federer frenó la racha de 15 victorias consecutivas de Novak Djokovic en la Copa Masters, al derrotarlo ayer 7-5, 6-2 para clasificarse a las semifinales del torneo que cierra la temporada.
«No me lo hubiera pensado antes del torneo debido a sus magníficos resultados en pista cubierta, la clase de año que ha tenido», dijo el suizo Federer, quien sucumbió ante Djokovic en las finales de Wimbledon y el US Open. «Pero hoy fue un día en el que estaba muy seguro de mis posibilidades».
Djokovic, quien tiene asegurado terminar la temporada en el primer puesto del ranking mundial, no perdía en la Copa Masters desde 2011. Ganó el título los tres últimos años.
Sin embargo, Federer exhibió su mejor versión en la Arena O2, como suele hacerlo en las canchas rápidas bajo techo. Estará en las semifinales del torneo de fin de temporada por 13ra vez ocasión en 14 presentaciones.
El seis veces campeón quebró el saque de Djokovic en el último game del primer set, y luego al comienzo del segundo. Aunque el serbio le devolvió el favor, Federer recuperó el quiebre poco después y ganó los cuatro últimos games del partido.
«Nadie es inmune a ese tipo de día, en los que no estás con las mejores sensaciones, ni cerca de tu mejor forma», dijo Djokovic. «Crédito a Roger por sus variantes, los cambios de ritmo. Probó con el slice y el spin de forma muy astuta. Y sacó con eficacia».
