Buenos Aires
Agencia dpa
Una Argentina debilitada por las lesiones se medirá hoy con Brasil en el estadio Monumental de Buenos Aires, en un clásico regional en el que ambos equipos necesitan un triunfo para calmar sus respectivas urgencias en las eliminatorias sudamericanas.
El conjunto dirigido por Gerardo Martino necesita empezar a sumar puntos luego del mal comienzo en el torneo clasificatorio, mientras que la «canarinha» buscará recuperar la confianza de la hinchada.
Brasil tendrá la ventaja deportiva y anímica del regreso de su estrella Neymar mientras la «albiceleste» padecerá aún la ausencia del capitán Lionel Messi y las bajas de otros cuatro jugadores clave como los delanteros Sergio Agüero y Carlos Tevez y los defensores Pablo Zabaleta y Ezequiel Garay.
El escenario preocupa al técnico argentino, con poco margen de error luego de la sorpresiva derrota ante Ecuador en el debut en casa y el empate sin goles con Paraguay. Con un solo punto de los seis disputados, Argentina está séptima en la clasificación al Mundial de Rusia 2018.
Martino decidió sin embargo mantenerse fiel a su estilo ofensivo y optó por rearmar el equipo con los jugadores disponibles y buscará un triunfo que recupere el ánimo de un plantel todavía golpeado por las derrotas en las finales del Mundial y la Copa América en menos de un año. Debe además procesar aún cómo jugar sin Messi, que mostró ser hasta indispensable para la elaboración del juego.
El planteo será un once más cerrado, que no ceda espacios a Brasil para evitar sus potentes contraataques, con el mediocampo liderado por el histórico referente Javier Mascherano y un tridente ofensivo integrado esta vez por Ángel Di María, Ezequiel Lavezzi y Gonzalo Higuaín, quien regresa a la selección ante las bajas de los centro delanteros y su gran momento en el Nápoli italiano.
Las ausencias de Zabaleta y Garay obligaron en tanto a reformular la defensa, con Facundo Roncaglia, Nicolás Otamendi, Ramiro Funes Mori y el regreso de Marcos Rojo.
Di María reconoció que el clásico sudamericano con Brasil y el choque el martes con Colombia serán «dos partidos fundamentales». «Hay que cambiar el chip para que las cosas salgan lo mejor posible, hay que sacar buenos resultados en estos dos partidos que se nos vienen. Sumar va a ser importante para la clasificación», subrayó.
Para la selección brasileña, quinta colocada en las eliminatorias hacia Rusia 2018, ganar el «superclásico» sudamericano ante Argentina representa la posibilidad de comenzar a recobrar la confianza de la hinchada.
El plantel, que viajó hoy a Buenos Aires, es consciente de que solo una victoria sobre los archirrivales pondrá fin al clima de desconfianza que ronda al equipo dirigido por Carlos Dunga.
Después del catastrófico 7-1 sufrido ante Alemania en Brasil 2014, ya bajo el comando de Dunga la «canarinha» sufrió la eliminación en los cuartos de final de la Copa América y la primera derrota en un debut en eliminatorias: el 2-0 ante Chile.
La cadena de tropiezos opacó, incluso, el triunfo por 3-1 con que Brasil se impuso en Fortaleza a la selección venezolana, en la segunda fecha de las eliminatorias.
Por su parte, Dunga intenta que sus pupilos olviden partidos o campeonatos pasados y se concentren en los compromisos tendientes a clasificar a Brasil para buscar su sexto título mundial.
El técnico, a su vez, minimizó las importantes bajas de Argentina, como las de Lionel Messi y Tevez.
«(Argentina) Es la subcampeona mundial, juega en casa y cuenta con el apoyo de la hinchada. Tiene un trabajo de diez años y por eso tendremos problemas. Pero estamos en crecimiento», afirmó el entrenador, que vuelve a contar con la estrella del plantel, Neymar, quien se perdió los dos primeros partidos mundialistas por una suspensión que le fue aplicada en la Copa América.