Madrid/Valencia
Agencia dpa
El italiano Valentino Rossi estuvo ayer a punto de protagonizar una de las grandes remontadas de la historia del deporte, pero sus 21 adelantamientos en el Gran Premio de motociclismo de Valencia no le sirvieron para evitar que el español Jorge Lorenzo le arrebatara el título de campeón del mundo.
Lorenzo ganó la carrera de motos con más expectación de los últimos tiempos, 30 vueltas llenas de emoción que arrancaron con los ojos divididos entre la primera fila de la parrilla, desde donde partía el español, y la última, donde Rossi pensaba en cómo esquivar rivales para alcanzar el podio. Al final, «Il Dottore» cruzó la meta en cuarto lugar.
Lejos de cortar la tensión que vivió MotoGP en las últimas semanas tras el incidente entre Rossi y el español Marc Márquez, el Gran Premio en el circuito Ricardo Tormo expuso las enormes diferencias que hay actualmente entre los principales pilotos. Incluso parte del público español silbó a Márquez, acusado por Rossi y sus «tifosi» de arruinarle el campeonato.
«Jorge claro que se merece el título, pero no es un campeonato verdadero porque ha sucedido una cosa en este deporte que nunca había sucedido y Lorenzo no puede estar contento», explotó Rossi. «Desde Philip Island -la antepenúltima carrera del año- Márquez ha empezado a hacer de guardaespaldas de Lorenzo. Todo el mundo lo ha visto, espero que Marc reflexione».
«Al menos la gente ha visto cuál era el plan de Marc y no quiero comentar su comportamiento. Supongo que en los próximos meses entenderá lo que ha hecho», añadió Rossi, de 36 años, tras decir adiós a su décimo título mundial.
La última de las 18 carreras de 2015 llegaba envuelta en un ambiente de tensión tras lo ocurrido en Sepang, cuando Rossi tiró a Márquez en una curva -aparentemente con una patada- tras acusar al español de intentar favorecer a Lorenzo. El italiano fue sancionado con salir último en Valencia.
«Estas cosas no pueden ocultar mi nivel de pilotaje», dijo en rueda de prensa Lorenzo, visiblemente cansado de la guerra Rossi-Márquez.
El piloto de Yamaha prefería celebrar su quinto título, el tercero en la máxima categoría del motociclismo, MotoGP.
«Estoy muy emocionado, he llorado toda la vuelta de honor porque es muy grande lo que hemos hecho y lo que hemos aguantado todo el año. No me lo puedo creer», expresó Lorenzo, de 28 años, nada más bajarse de la moto. «Dedico este título a toda la gente que no se rinde y a la gente que tiene personalidad y no escucha las críticas».
Quién tuvo que escuchar críticas hoy fue Márquez. Más en concreto, abucheos en su propio país. «Está claro que se han escuchado, es de las primeras veces que me pitan, pero, bueno, se tendrá que ir acostumbrando uno o al menos intentar pasar página», dijo el piloto de Honda a la cadena de televisión Movistar + tras acabar segundo en Valencia.
Según Márquez, la gente que lo abuchea cree que intentó perjudicar a Rossi en su duelo particular con Lorenzo. «Para un piloto ganador que lo acusen de dejarse ganar es una falta de respeto y nosotros intentamos siempre salir a ganar, dar el cien por ciento».
Incluso, la lucha entre Márquez y Pedrosa en las últimas dos vueltas por dar caza a Lorenzo pudo haberle dado el título a Rossi, que ya rodaba cuarto tras una espectacular remontada: adelantó a 16 pilotos en tres vueltas y se colocó cuarto a falta de 18 giros.
Márquez y Pedrosa estuvieron a punto de irse al suelo a la salida de una curva. Si los pilotos de Honda se hubieran caído, Rossi habría avanzado a la segunda posición y habría terminado campeón.
Sin embargo, se impuso la lógica y Lorenzo acabó ganando su quinto título mundial, preámbulo de un 2016 que promete emoción desde la primera carrera.