TORONTO
AP

El sonido de música hip-hop retumbaba en un Rogers Centre no muy iluminado en lo que José Bautista y los Azulejos de Toronto cumplían con el rigor de un entrenamiento durante una jornada de pausa de la serie de campeonato de la Liga Americana.

Con las espaldas contra la pared otra vez, la casa es el mejor sitio en estos momentos para los Azulejos.

«Estamos abajo 2-0 ahora mismo, tenemos tres juegos en casa. Este equipo se siente cómodo aquí, tenemos a la afición decididamente entregada a nuestro favor», dijo ayer el jardinero Ben Revere. «Nos sentimos más a gusto en nuestra casa».

Luego que Kansas City se llevó los primeros dos juegos en su estadio, el tercer partido será la noche de hoy. Marcus Stroman abrirá por Kansas City contra Johnny Cueto, dos pitchers que abrieron en el quinto juego en las series de división.

«Esta serie no está liquidada, ni por asomo», señaló el jardinero central de los Reales Lorenzo Cain tras pisar el césped artificial y calibrar el reflejo de la luz del estadio de Toronto.

Los Azulejos avanzaron a la serie de campeonato con una victoria en uno de los innings más extraños en la historia de la postemporada. El dominicano coronó ese séptimo inning con un descomunal jonrón, seguido con una enfática manera de soltar su bate.

Ese fue el último vuelacercas que la mejor ofensiva de las mayores ha conectado este año.

Toronto recurrió al jonrón para rebasar a los Yanquis de Nueva York para ganar la división Este, con 123 de sus 232 jonrones de la temporada en casa. Y fue a punta de jonrones como hilaron tres victorias para superar a Texas, luego de perder los dos primeros en la serie divisional.

En el aire frío de Kansas City, los Azulejos solo pudieron anotar tres carreras, sin pegar jonrones.

Ahora, están más que preparados para jugar otra entusiasta afición, una que se alborotó demasiado en el decisivo quinto partido contra Texas. Tanto así, que la seguridad fue redoblada.

Los bateadores tampoco tendrán que sufrir con las amplias dimensiones del Kauffman Stadium, donde sus batazos no causaron daños. Mucho menos fanáticos que engatusaron a Ryan Goins en un elevado que le cambió el rumbo al segundo juego al propiciar un racimo de racimo de cinco carreras que encaminó la remontada de los Reales en la victoria por 6-3.

«El Kansas City es un parque realmente enorme», dijo Revere. «Algunas de los batazos que dimos no sirvieron de nada. Ahora volvemos a casa, algunas de esos batazos van a pasar sobre la cerca o encontrarán huecos».

Por supuesto, los Azulejos tienen que encontrar la manera de vencer a Cueto. El derecho dominicano, adquirido por los Reales en julio en un canje con Cincinnati, recuperó su nivel dominante tras un declive de su desempeño en los últimos dos meses. Permitió dos carreras en ocho innings ante Houston en el quinto juego de la serie de división.

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