Buenos Aires
AP
Apenas transcurrió una fecha, pero Argentina y Brasil afrontarán mañana con la obligación de ganar en la segunda jornada de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial de Fútbol de Rusia 2018 tras sus estrenos con derrota.
Después de caer en el debut ante Ecuador por 2-0 en Buenos Aires, Argentina se presentará en Asunción ante Paraguay con un panorama inesperado, sin Lionel Messi ni Sergio Agüero, con fuertes cuestionamientos hacia el entrenador Gerardo Martino y una incómoda declaración de Carlos Tevez, que aseguró que al equipo «le faltó actitud».
Brasil, el otro gigante sudamericano en problemas, perdió con claridad en Chile (2-0) y reflotó el debate sobre la «Neymar-dependencia» antes del choque ante Venezuela en Fortaleza, donde el astro del Barcelona cumplirá la última jornada de su suspensión tras la Copa América.
Para colmo, el calendario deparó que el próximo partido sea entre Argentina y Brasil en Buenos Aires, por lo que un tropiezo mañana los obligará a afrontar el clásico de la región con una presión inédita y prematura para el inicio de las eliminatorias.
Dentro del contexto, el presente de Argentina parece ser más complicado, con seis bajas por lesión, entre ellas Messi y Agüero, la ausencia obligada de Ezequiel Garay, que será padre en Estados Unidos, y rendimientos individuales por debajo de lo esperado.
Para sumar inconvenientes llegaron las palabras de Tevez, que ante Ecuador empezó como suplente, pero que ingresó a los 20 minutos por el desgarro muscular de Agüero. «Lo que más nos preocupa es que nos faltó actitud. El equipo no se vio en ningún momento», remarcó el jugador de Boca Juniors, que reveló de esa manera que los problemas argentinos exceden a la ausencia de Messi.
A pesar de las complicaciones, Martino ya avisó que no piensa cambiar la estrategia para visitar al entonado Paraguay de Ramón Díaz, que ganó en su visita a Venezuela en la primera fecha.
En Brasil, el problema ya suena recurrente: la «canarinha» es un equipo vulgar y vulnerable sin la presencia de Neymar. Lo vivió en el Mundial en casa, lo repitió en la Copa América de Chile y lo volvió a sentir el jueves en Santiago.
«Brasil, sin Neymar, es una mierda» o «Sin Neymar, Brasil es una bostita» fueron algunos calificativos que utilizó la prensa brasileña para definir el debut del equipo de Dunga en las eliminatorias.
El técnico prefirió excusarse en la experiencia y calidad de Chile, el mejor equipo del continente en la actualidad. «Por algo son el campeón de América», sintetizó el entrenador, que calificó como bueno el partido de sus jugadores, aunque destacó la falta de definición que mostraron.
Para jugar mañana ante Venezuela, el técnico sumó otro contratiempo, como la lesión del zaguero David Luiz, situación que le obligará a reformular la defensa.
