NUEVA YORK
AP

Desde ese juego en el que Derek Jeter quedó tirado en el terreno tras fracturarse el tobillo hace tres años, los Yankees no han podido ponerse en ventaja en la postemporada.

_Depo28_1bLa derrota 3-0 a manos de los Astros de Houston que ayer puso fin a su campaña, en el juego de wildcards de la Liga Americana, no debe causar sorpresa. La edición 2015 de los Yankees ya habían superado las expectativas con el mero hecho de clasificarse a la postemporada.

Cuando lograron despegarse por siete juegos al frente de la división Este a fines de julio, los Yankees palpitaron que eran un gran equipo. Esa noción se disipó al terminar la campaña a los tumbos, con marca de 85-75, seis juegos detrás de Toronto, para conformarse con el segundo lugar.

El manager Joe Girardi dispuso de dos novatos como titulares en el cuadro interior en la que terminó como la quinta derrota de los Yanquis en la postemporada: el inicialista Greg Bird y el segunda base Rob Refsynder, quienes entre ambos contaban con una experiencia de 200 turnos al bate.

Luego del retiro de Jeter el año pasado, los Yanquis se presentaron a los entrenamientos de primavera con incertidumbre. Dieron batalla todo el año hasta que acabaron por flaquear. La conquista de su último campeonato de la Serie Mundial, en 2009, cada vez se ve más lejos en el retrovisor.

En una noche que el Yankee Stadium atrajo a la concurrencia más entusiasta de la campaña, Nueva York apenas pudo dar tres hits en seis innings contra Dallas Keuchel. Nueva York tampoco pudo conectar imparables ante el bullpen de los Astros.

Masahiro Tanaka toleró cinco hits en cinco innings, pero dos fueron jonrones solitarios de Colby Rasmus y Carlos Gómez. Dellin Betances permitió un sencillo remolcador a José Altuve en el séptimo.

Después de seis campañas con más derrotas que victorias, Houston lució con más chispa y garra en su primera aparición en una postemporada desde 2005. Cuando se jugaba el octavo inning, la mayoría de los 50.113 fanáticos comenzó a abuchear a sus ineptos bateadores.

Los Astros, el equipo que hace apenas dos años perdió 111 juegos, rebosan talento y garra. Ante su mayor desafío de su asombroso de 2015. Ahora se dirigen a la casa de los Reales de Kansas City, subcampeones de la pasada campaña, para la serie divisional al mejor de cinco partidos, que comienza mañana.

Nueva York se coló en los playoffs, luego de una inusual ausencia de dos años. Pero la sensación es que los Yankees siguen sumidos en horas bajas. De los jugadores que formaron parte del equipo que fue barrido por Detroit en la serie de campeonato de 2012, sólo dos enfrentaron a los Astros: el jardinero central Brett Gardner y el bateador designado Alex Rodríguez.

En vez de estar disponible en el bullpen, su ex as CC Sabathia ingresó el lunes a una clínica para recibir tratamiento por alcoholismo.

Adquirido el año pasado a un costo de 153 millones de dólares, el nombre del jardinero central Jacoby Ellsbury no fue anotado en la alineación titular tras una pésima segunda mitad. Gardner, defendiendo la posición de Ellsbury, se ponchó las tres veces que enfrentó a Keuchel.

Rodríguez, quien resucitó su carrera con una productiva primera mitad tras perderse un año entero al purgar una suspensión por dopaje, se fue apagando tras cumplir los 40 años en julio.

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