Madrid
Agencia dpa
No hay forma de que Vicente del Bosque encuentre la paz: cuando el seleccionador español encontró al fin razones para presumir de su equipo, los abucheos al defensa Gerard Piqué centraron toda la atención mediática.
Después de meses bajo sospecha, la selección española recuperó el sábado pasado su mejor versión para ganar 2-0 a Eslovaquia y situarse como líder del grupo C de clasificación para la Eurocopa. Lo hizo con un juego brillante bajo la inspiración de Andrés Iniesta y David Silva, quienes lideraron la resurrección del viejo fútbol de toque que hasta no hace mucho abanderó el equipo de Del Bosque.
Pero en el entorno de la selección española se habló hoy de un suceso llamativo que opacó la excelencia de su juego: los abucheos a Piqué.
El escenario fue el estadio Carlos Tartiere de Oviedo, que por cierto no fue capaz de llenar el sábado pasado sus 30 mil asientos. Durante todo el partido, la hinchada española abucheó cada intervención de Piqué. Sí, silbó a uno de sus propios jugadores.
Piqué es un jugador muy expuesto en los medios y las redes sociales, y en los últimos tiempos protagonizó diferentes polémicas. Unas veces por atacar al máximo enemigo del Barcelona, el Real Madrid, y otras al pedir una consulta por la independencia de Calatuña.
Estas cosas no gustaron a un sector de la afición española, por más que los abucheos no ayuden precisamente a su selección en el objetivo común de conseguir triunfos.
De eso se quejó Del Bosque, un hombre que siempre intenta encontrar justificación a cada opinión, ya sea de prensa o hinchada.
«Me parece lamentable. Muy desagradable la gente que pita a un jugador de la selección española. La gente viene a ver fútbol y España ha jugado muy bien», se quejó el técnico tras el partido, incómodo por no poder festejar como merecía una actuación colectiva que tanto tiempo llevaba esperando.
Piqué también encontró hoy el apoyo incondicional de sus compañeros. «Siempre está comprometido con la selección y siempre nos ha dicho que siente la camiseta. Siempre hay opiniones hacia los jugadores, pero no me gusta nada que piten a Piqué o a otro futbolista. Seguro que a Piqué no le parecen bien los pitos. No es una situación agradable», confesó el lateral Jordi Alba en rueda de prensa.