Madrid
Agencia dpa
Las giras de pretemporada del Real Madrid y Barcelona suponen un buen estímulo económico para las cuentas de los dos gigantes del fútbol español, pero los jugadores de ambos equipos se ven obligados a realizar grandes esfuerzos físicos por el calor de los países que visitan.
El Real Madrid pasó de entrenar en el fresco invierno australiano al húmedo verano chino. La diferencia se sitúa en al menos 22 grados.
El equipo que entrena Rafael Benítez trabajó en Melbourne con temperaturas entre los cinco y los diez grados centígrados, idóneas para la preparación del equipo, ya que permiten una recuperación muscular más rápida de los jugadores en una fase de la pretemporada en la que los entrenamientos tienen una importante carga física.
Los madridistas disputaron dos partidos amistosos en Australia, un 0-0 contra la Roma y un 4-1 sobre el Manchester City.
El Real Madrid aterrizó el viernes en Guangzhou con 24 mil 993 kilómetros a sus espaldas. En China le aguardaban temperaturas superiores a los 32 grados y una humedad relativa en torno al 85 por ciento, una exigente prueba para comprobar el estado físico de la plantilla. El equipo blanco jugará dos amistosos en apenas 72 horas, ante el Inter de Milán y ante el Milan.
Por su parte, el Barcelona también ha dado muestras de fatiga en Estados Unidos, donde mañana concluye su gira de pretemporada con la disputa de un partido amistoso ante el Chelsea de José Mourinho, un viejo «enemigo» del equipo.
Los azulgrana aterrizaron el domingo en Washington tras un vuelo de más de cuatro horas para cruzar el país desde San Francisco a la Coste Este. El equipo tenía programados para hoy dos entrenamientos, pero su entrenador, Luis Enrique, decidió suspender uno de ellos para priorizar el descanso de sus jugadores, que habrán visitado Los Ángeles, San Francisco y Washington después de diez días en suelo estadounidense.
Tras el partido ante el Chelsea de mañana, Barcelona volverá a casa después de derrotar a Los Angeles Galaxy 2-1 en la capital californiana y caer 3-1 ante el Manchester United en San Francisco.
