BERNA
AP

Uno de los siete funcionarios de la FIFA arrestados en Suiza como parte de una investigación estadounidense por corrupción fue extraditado a Estados Unidos, dijeron hoy las autoridades helvéticas.

La Oficina Federal de Justicia de Suiza dijo que el hombre, a quien no identificó, fue extraditado ayer después de permanecer detenido durante 50 días.

El funcionario accedió la semana pasada a ser extraditado, mientras que los otros seis detenidos apelan esa decisión.

Las audiencias de extradición las realiza la policía estatal de Zúrich, en un proceso que se espera que termine a principios de septiembre, dijo el jueves a la AP el vocero del Departamento de Justicia suizo Raphael Frei. Las apelaciones ante el tribunal criminal federal y la corte suprema pueden extender los casos por varios meses.

El hombre extraditado está acusado de «aceptar sobornos por valor de millones de dólares en conexión con la venta de derechos de marketing a varias firmas de marketing deportivo y de quedarse el dinero para sí», indicó el departamento de justicia suizo en un comunicado la semana pasada.

Los siete fueron detenidos el 27 de mayo, cuando la policía federal suiza realizó una redada al alba en un hotel de lujo de Zúrich, a petición de agencias federales estadounidenses.

Entre los detenidos estaban dos vicepresidentes de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo y Jeffrey Webb, de las Islas Caimán. Ambos han sido suspendidos de sus labores por el comité de ética del organismo que rige el futbol mundial.

Los otros son Jose Maria Marín, exlíder de la confederación brasileña y jefe del comité organizador del Mundial de 2014; Eduardo Li, miembro electo del comité ejecutivo de la FIFA y presidente de la federación costarricense; Rafael Esquivel, presidente de la federación venezolana; Julio Rocha, oficial de desarrollo y es líder del futbol de Nicaragua; y Costas Takkas, un británico que trabaja con el presidente de la CONCACAF, Webb.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó cargos en mayo contra un total de 14 hombres -nueve dirigentes del futbol y cinco ejecutivos de marketing- entre ellos el exmandamás de la Conmebol, Nicolás Leoz, y el exlíder de la CONCACAF, Jack Warner. Leoz y Warner luchan contra las solicitudes de extradición desde Paraguay y Trinidad y Tobago, respectivamente.

Otras cuatro personas, entre ellas el exfuncionario estadounidense de la FIFA Chuck Blazer y dos hijos de Warner, se declararon culpables.

A todos se les acusa de participar en una conspiración ilegal para pagar y recibir sobornos por valor de más de 150 millones de dólares durante 24 años. Los pagos estaban relacionados con la concesión de sedes para la Copa del Mundo, y derechos de torneos continentales en Norte y Suramérica, además de campeonatos regionales de clubes.

Webb y Figueredo están identificados en la acusación entre varios otros que habrían recibido sobornos por al menos 40 millones de dólares por los derechos de cuatro ediciones de la Copa América.

Blazer confesó haber compartido 10 millones en sobornos con Warner y un tercer votante de la FIFA para respaldar la candidatura de Sudáfrica para el Mundial de 2010. Los dirigentes sudafricanos pidieron a la FIFA que transfiriera el dinero a través de cuentas del organismo rector del futbol mundial.

 

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