SANTIAGO, Chile
AP

Un terremoto sacudió a Chile. Esta vez no fue uno de los numerosos movimientos sísmicos que en los últimos años han azotado a este país ubicado en el extremo de Sudamérica, sino el festejo de sus 17 millones de habitantes tras conquistar por primera vez la Copa América.

Asolado este año por sequías en el sur, inundaciones en el norte, dos erupciones volcánicas y un terremoto, la organización del campeonato continental se convirtió en un bálsamo para Chile.

Una generación privilegiada de futbolistas avivaba las esperanzas del país de levantar su primer trofeo importante.

Ese grupo cumplió el sábado, al superar a Argentina 4-1 en una definición por penales en la final luego de 120 minutos sin goles.

«Nosotros en el camerín nos acordamos de la familia, de nuestro hijos, de la gente que sufrió en Chile, del terremoto, muchas cosas más, y por eso jugamos con garra», dijo el lateral chileno Mauricio Isla.

En medio de enormes expectativas, Chile entero arropó a una selección que venía de disputar los octavos de final del Mundial de Brasil, donde llevó al anfitrión hasta los penales y dejó excelentes sensaciones.

«Este país necesita estas cosas, porque viene pasando cosas que lo hacen padecer», dijo el técnico Jorge Sampaoli, un argentino que tomó las riendas de la selección chilena en 2012.

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