SANTIAGO, Chile
AP
Se instaló en la final con un recital de fútbol y una lluvia de goles que se le venían negando. Argentina y Lionel Messi solo tienen una barrera más para atrapar la corona que tanto ambicionan.
Cuando se enfrente mañana a Chile en el último capítulo de la Copa América, Argentina intentará cerrar una etapa de 22 años sin títulos oficiales, algo que también persigue su capitán Messi después de una década de frustraciones con la casaca mayor albiceleste.
Argentina se consagró campeón por última vez en la copa de Ecuador 1993, mientras Messi, desbordado de trofeos con el Barcelona, nunca ganó un título oficial con la selección de su país, con la que encara su tercera Copa América después de haber jugado tres mundiales.
Dentro de un panorama sin grandes complicaciones, el técnico Gerardo Martino aguarda la evolución del central Ezequiel Garay, quien en las horas previas a la semifinal sufrió dolores estomacales que lo marginaron del partido. Si no se recupera a tiempo, su reemplazante volvería a ser Martín Demichelis.
El zaguero del Zenit se sumó el jueves por la tarde a la liviana práctica de la selección en el predio de la Universidad Católica, pero luego no participó del fútbol en espacios reducidos.
La buena actuación de Demichelis en el partido de las semifinales le da a Martino la posibilidad de elegir si Garay debe volver o no. El defensor no sólo estuvo ausente con Paraguay sino que también se perdió la práctica del miércoles en Huachipato.
Pese a la situación de Garay, el equipo que dirige Martino llega a esta cita mejor que nunca tras haber apabullado 6-1 a Paraguay en Concepción, cuando Messi no marcó goles pero participó en la elaboración de todos ellos, mientras la Roja que orienta Jorge Sampaoli avanzó con un 2-1 apenas convincente sobre Perú.
«Venimos de jugar la final de un Mundial, y ahora estamos en otra final. Llegamos con mucha ilusión y confianza», destacó Messi, quien un 2 de julio de 2005 se consagró campeón Mundial Sub20 en Holanda, con actuales compañeros de esta copa como Lucas Biglia, Pablo Zabaleta, Garay, Fernando Gago y Sergio Agüero, autor este último de tres goles en el presente torneo, uno menos que el máximo artillero Eduardo Vargas, de Chile.
Acostumbrado a hacer goles de todos los tamaños y colores, resulta llamativo que Messi solo haya convertido uno, y que además fue de penal en el empate 2-2 ante Paraguay en la primera ronda. La «Pulga» es el máximo cañonero histórico del Barcelona y con Argentina convirtió 46 goles, nueve menos que Gabriel Batistuta.
«Messi no necesita ser el goleador del equipo para estar feliz. No lo veo preocupado», destacó Martino. «Mientras siga dando tres asistencias que terminan en gol, no hay problema».
Argentina llega enchufada con figuras excluyentes de una noche de ensueño como Messi, Javier Pastore y Angel di María, quien ante Paraguay se calzó el traje de goleador al convertir dos. Marco Rojo, Pastore, Agüero y Gonzalo Higuaín, completaron la masacre.
Argentina, subcampeón Mundial en 2014, ganó 14 veces la Copa América hasta que se vio envuelto en esa sequía de más de dos décadas. Chile no tiene título alguno.
«Somos cabeza dura y seguimos intentando ganar un campeonato», dijo el centrocampista Javier Mascherano. «Ojalá que se pueda dar este sábado».
El defensor de la selección está en duda para la final del sábado ante Chile. Después de las molestias estomacales que sufrió en la previa a la goleada ante Paraguay, todavía no está a pleno.