Por BRIAN MAHONEY
CLEVELAND, Ohio, EE.UU.

En general, los Warriors de Golden State preferirían estar jugando golf.

Eso es lo que algunos de sus jugadores hicieron la última vez que se hallaron en esta situación, cuando fueron superados en fuerza e incluso empujados, golpeados y vapuleados por un equipo de mayor tamaño.

Sin embargo, ayer no pudieron jugar golf dado que las reglas de la NBA para la final exigen que el equipo acuda a la arena para reunirse con los medios en su día libre entre un juego y otro.

«Ya va a estar oscuro para cuando salgamos de aquí», lamentó Andre Iguodala.

Pero tal como se abrieron paso de esa situación ante los Grizzlies de Memphis en las semifinales de la Conferencia del Oeste, los Warriors creen poder remontar otra desventaja de 2-1, esta ocasión en contra de Cleveland.

Golden State lo ha hecho antes, en contra de un equipo que hizo muchas cosas que ahora repiten los Cavaliers.

Los Grizzlies, con jugadores de gran tamaño bajo el aro, tienen un estilo rudo que evoca al básquetbol de la Conferencia del Este. Memphis ganó el segundo partido de la serie en la Oracle Arena y regresó a casa para vencer en el tercer encuentro de esa serie, lo que envió a Golden State al cuarto de videos.

Los Warriors ni siquiera pisaron el gimnasio antes del cuarto partido en Memphis, y en vez de eso analizaron dos horas de video en una sala de un hotel cuando los jugadores no estaban en el campo de golf. El entrenador Steve Kerr dijo que habrían hecho lo mismo el miércoles, de no haber tenido que reportarse en la Quicken Loans Arena, pero indicó que el equipo planeaba ver los videos en algún momento del día.

Golden State promedia apenas 97,3 puntos en esta serie, pese a que los dos primeros duelos se fueron a tiempo extra, luego de encabezar la NBA con un promedio de 110 unidades por partido durante la temporada regular. Los Warriors fueron frenados en 90 y 89 tantos en sus derrotas consecutivas ante los Grizzlies, pero luego se recuperaron con 102,3 puntos por juego en una racha de tres victorias seguidas.

«Estamos abajo 2-1 fuera de casa. Misma secuencia de juegos, victoria-derrota-derrota, por lo que son situaciones muy similares», resaltó Curry. «Obviamente son un equipo diferente, así que uno deberá ajustar como corresponde. Pero la misión es que debemos ganar el cuarto partido. Ir a casa con la serie empatada y partir de ahí».

 

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