Berlín
Agencia dpa

El Barcelona y la Juventus se citarán mañana con la historia en Berlín, donde disputarán la final de la Liga de Campeones con la posibilidad de cerrar una temporada perfecta.

_Depo30_1bSi gana el Barcelona, será el primer equipo en conquistar dos «tripletes», después del logrado en 2009 de la mano del técnico Josep Guardiola. Y si vence la Juventus, conseguirá el primer trío de títulos de su palmarés en una temporada.

Nadie duda de que el Barcelona es el gran favorito. Dominó en España, arrasó a sus rivales en la Liga de Campeones y tiene varios futbolistas en su mejor versión. Comenzando por Lionel Messi.

El argentino regresó a su mejor nivel y los números no engañan: 58 goles y 27 asistencias en 56 partidos jugados esta temporada.

El complemento ideal en la punta lo formaron Luis Suárez y Neymar para construir la delantera más temible del planeta, alimentada por los pases de Ivan Rakitic y Andrés Iniesta, más la consistencia de Sergio Busquets.

La defensa del Barcelona también rindió a gran nivel durante toda la temporada agarrada al rigor táctico de Javier Mascherano y la consistencia recuperada por Gerard Piqué, mientras Jordi Alba y Dani Alves brillaron en los últimos meses como laterales ofensivos.

Son suficientes argumentos para contemplar con riguroso optimismo la posibilidad de conquistar su quinta Liga de Campeones. Otra cosa sería vista como una de las grandes sorpresas de la historia de la competición.

Nadie contaba con la Juventus como aspirante al trono, pero se ganó el derecho de jugar su primera final de Liga de Campeones en 12 años gracias a su extraordinaria capacidad para competir. Así lo demostró en las semifinales, cuando eliminó contra todo pronóstico al Real Madrid, actual campeón.

El técnico italiano Massimiliano Allegri fue el artífice del «milagro» de un equipo que hace sólo nueve años estaba en la Serie B del Calcio y que ahora tiene la oportunidad de lograr su tercera Liga de Campeones.

Ya tiene la Liga italiana y la Copa en el bolsillo, y no está dispuesto a entregar sus opciones de ganar la Liga de Campeones, por pequeñas que éstas puedan parecer a horas de la final. Como dice Allegri, «el Barcelona es un gran equipo, pero la Juventus también está en la final».

De la final de 2003, perdida en la tanda de penales ante el Milan, sobrevive Buffon, un arquero que vivió el ascenso de la Juventus de la nada al infinito. Y junto a él está otro ilustre veterano, el armador Andrea Pirlo, quien entonces jugaba en el Milan.

Si el plan de la Juventus es defender con rigor y personalidad, un problema mayor agrietó esa idea con la lesión del central Giorgio Chiellini, el indiscutible líder de la zaga italiana. De esta forma, no se repetirá el morboso enfrentamiento con Suárez, quien protagonizó un famoso mordisco al defensor en el último Mundial.

La zaga estará compuesta por Stephan Lichtsteiner, Angelo Ogbonna, Leonardo Bonucci y Patrice Evra, quienes por delante tendrán una medular formada por Claudio Marchisio, Pirlo y los poderosos Paul Pogba y Arturo Vidal.

Las opciones de marcar goles pasarán inevitablemente por el carácter del argentino Carlo Tevez y los enormes progresos del español Álvaro Morata, quien podría convertirse en el cuarto jugador en ganar dos Ligas de Campeones seguidas tras lograr el título el pasado año con el Real Madrid, aunque apenas participó. Antes lo lograron Marcel Desailly, Paulo Sousa y Samuel Eto’o.

No se prevé otro partido que el de un Barcelona llevando el peso del duelo agarrado a su presión en campo contrario y la posesión del balón. Con un estilo de juego divergente, la Juventus propondrá orden defensivo y la amenaza constante de los contraataques.

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