Por JANIE McCAULEY
SAN FRANCISCO /Agencia AP

Su jonrón de tres carreras en la parte baja de la novena entrada permitió que los Gigantes de San Francisco anclaran en la Serie Mundial, al vencer ayer ves 6-3 a los Cardenales de San Luis.

El garrotazo se perfila para ser el más memorable de los Gigantes desde que jugaban en Nueva York. Un cuadrangular de Bobby Thomson en un juego de desempate ante los Dodgers en 1951 puso a los Gigantes en la Serie Mundial y pasó a la historia como «el batazo que se escuchó alrededor del mundo».

Estos Gigantes, que parecen adquirir poderes mágicos en los años pares, resolvieron la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en el quinto juego, y se medirán en el Clásico de Otoño a los Reales de Kansas City.

Será un duelo entre clubes que se colaron a la postemporada con el boleto de comodín. La Serie Mundial comienza el martes por la noche en Kansas City.

El venezolano Pablo Sandoval conectó un sencillo para abrir el noveno episodio ante Michael Wacha, quien cumplió su primera aparición con los Cardenales en la postemporada. Después de un out Brandon Belt recibió un boleto, para que llegara a la caja de bateo Ishikawa, quien puso en órbita un lanzamiento con cuenta de 2-0.

La pelota cayó en el graderío detrás del jardín derecho y los Gigantes aterrizaron en la Serie Mundial, como lo hicieron en 2010 y 2012. «Es gratificante», dijo Ishikawa. «Si había una organización con la que yo quería lograr algo así, es la de los Gigantes».

Los espectadores agitaron millares de toallas anaranjadas, en el comienzo de la celebración. Es la primera vez que una Serie de Campeonato de la Liga Nacional se define con un jonrón en el último turno.

«Estos chicos han luchado mucho», dijo el manager de los Gigantes, Bruce Bochy. «Han librado muchas batallas y saben cómo conducirse en estas instancias. Hay que añadir a eso los peloteros que se han incorporado al grupo y lo que hizo Ishikawa. Esta historia es maravillosa».

Desde que hizo contacto con la esférica, Ishikawa supo que había conseguido su primer vuelacerca en una postemporada. Elevó los brazos y observó el vuelo de la pelota. Luego arrojó su casco y se unió a sus compañeros jubilosos en home, mientras los cohetes estallaban por el lado de la pizarra del jardín central.

Ishikawa tenía un papel discreto en 2010, cuando los Gigantes ganaron la Serie Mundial. Jugó para Milwaukee en 2012, cuando llegó una nueva coronación de San Francisco.

El emergente Michael Morse abrió el octavo inning con un cuadrangular frente a Pat Neshek, quien reemplazó a Adam Wainwright para encargarse del episodio. Ello empató la pizarra 3-3. Morse bateó por Madison Bumgarner, nombrado después el jugador más valioso de la serie.

Luego de colocarse arriba 3-1 en la serie gracias a malos tiros en los senderos en los últimos dos juegos, los Gigantes encontraron al fin la pólvora con el tolete y avanzaron a su tercera Serie Mundial en cinco años, eliminando a los campeones defensores del Viejo Circuito.

El novato Joe Panik pegó un leñazo de dos vueltas en el tercer acto frente a Wainwright. Fue el primer bambinazo de los Gigantes en siete encuentros. «Estos chicos han tenido agallas y yo estoy orgulloso de ellos», destacó Bochy. «Simplemente no dejan de luchar».

Ishikawa era el primera base de Pittsburgh en el día en que se inauguró la temporada, pero lo dieron de baja poco después. Firmó con los Gigantes, su equipo original, y tuvo que pasar un tiempo en las menores.

Jeremy Affeldt se llevó la victoria, al salir de un atolladero con las bases repletas en el noveno inning. Por los Cardenales, los dominicanos Jhonny Peralta de 4-0, Óscar Taveras de 1-0. Por los Gigantes, los venezolanos Gregor Blanco de 4-2 con una anotada, Sandoval de 4-2. El dominicano Joaquín Arias sin turno oficial pero con una anotada

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