Por Heiko Oldörp
Boston (EEUU),
Agencia dpa

Casi siete meses tuvieron que esperar los estadounidenses para el comienzo de la NFL (National Football League). «El sufrimiento llega a su fin. Saque la cerveza y las chips», escribió el diario «Baltimore Sun».

Según las encuestas, la NFL sigue siendo para un 35 por ciento de los fans al deporte entre Washington y Waikiki con diferencia la competición preferida, seguida claramente por detrás (14 por ciento) por las Ligas Mayores de Béisbol.

El primer partido del campeonato es ya un gran reclamo para los aficionados. Seahawks y Packers pertenecen al grupo de los candidatos, al igual que San Francisco 49ers, Denver Broncos y New England Patriots.

El Super Bowl se disputará el 1 de febrero de 2015 en el desierto de Arizona, en Glendale.

«Ningún equipo está ya preparado para el Super Bowl. Algunos jugadores piensan quizá que lo están. Pero yo he aprendido que antes hay que probarse en la batalla», dijo el quarterback Tom Brady, de los Patriots.

Brady y los «Pats» fueron en 2005 los últimos campeones que pudieron defender su título del año anterior. Los Seahawks parten como favoritos para repetir conquista, ya que pese a deshacerse de diez jugadores, mantuvieron a sus principales figuras.

«El talento del campeón, preparado para defender el título», advirtió el canal de televisión deportivo «ESPN».

La línea defensiva del equipo en torno a los cornerbacks Richard Sherman y Byron Maxwell y los safeties Kam Chancellor y Earl Thomas lideró las estadísticas de la Liga en la pasada temporada y llegó en plena forma al Super Bowl.

La defensa de Seattle no dejó nunca desarrollar su juego a la línea de ataque de los Denver Broncos, que dirigida por el quaterback Peyton Manning había sido la más fuerte en la historia de la Liga con una media de 37,9 puntos por partido, y ganó el título por un sorprendente 43-8.

Otro tema que causó comentarios antes del inicio de la liga fue la figura del defensa Michael Sam, que a principios de año hizo pública su homosexualidad.

Su elección en mayo en la última ronda del draft por los St. Louis Rams fue celebrada como un hecho histórico, ya que Sam se convertía en el primer jugador abiertamente gay en la NFL.

Sin embargo, el debut oficial del defensa de 24 años tendrá que esperar, pues los Rams lo despidieron el fin de semana. Actualmente parece haber interés en su contratación por parte de los Dallas Cowboys, aunque sólo para su grupo de entrenamiento.

Junto a Sam, otros jugadores también deberán de momento ver el juego desde fuera, aunque por motivos muy diferentes.

Josh Gordon, running back estrella de los Cleveland Browns, fue sancionado para toda la temporada por reincidir en el consumo de drogas. El wide receiver Wes Welker recibió un castigo de cuatro partidos por tomar una sustancia prohibida.

Comparativamente, Ray Rice salió mejor parado. En febrero, el running back de los Baltimore Ravens parece que pegó en un ascensor a su entonces novia y hoy esposa y luego la arrastró por el pasillo de un hotel. La indignación fue grande, pero la pena de la NFL pequeña.

Rice fue descartado sólo para los dos primeros partidos, una decisión por la que el jefe de la NFL, Roger Goodell, fue muy criticado.

De inmediato, los estatutos de la Liga fueron endurecidos. Por un caso grave, el jugador será suspendido a seis partidos. En caso de reincidencia, incluso de por vida.

Ray MacDonald podría ser el primero en sufrir las nuevas sanciones. El defensa de los San Francisco 49ers fue detenido el domingo por la policía como sospechoso de haber pegado a su novia embarazada.

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