BARCELONA, 12/08/2024.- El delantero del Barcelona Lamine Yamal (d) presiona a Ismail Jakobs, del Mónica, durante el partido del torneo Joan Gamper, que Barcelona y Mónaco disputan este lunes en el estadio Olímpico Lluis Companys. EFE/ Alejandro García
BARCELONA, 12/08/2024.- El delantero del Barcelona Lamine Yamal (d) presiona a Ismail Jakobs, del Mónica, durante el partido del torneo Joan Gamper, que Barcelona y Mónaco disputan este lunes en el estadio Olímpico Lluis Companys. EFE/ Alejandro García

Un Barça repleto de jóvenes y jugadores poco habituales sucumbió este lunes ante el Mónaco (0-3) en el Trofeo Joan Gamper, coincidiendo en el estreno de Hansi Flick, un debut en el que los azulgrana mostraron todas sus costuras frente a un rival de Champions.

Aguantó el 0-0 el Barcelona en el primer tiempo, pero tres desajustes defensivos en la segunda mitad le dieron el triunfo al Mónaco. Los azulgrana habían encadenado once victorias consecutivas en su trofeo y la última gran derrota en el Gamper fue el 1-4 que consiguió el Valencia en 1994.

Fútbol directo, verticalidad, presión adelantada, una defensa situada en la línea de mediocampo y poca creación. Este es el libreto que hoy mostró el Barça de Hansi Flick, con un once titular con muchos jóvenes, una medular experimental dirigida por Marc Bernal, con otros dos jóvenes: Marc Casadó y Pablo Torre como interiores.

Más allá de eso, en la primera alineación en Montjuïc destacó el delantero Pau Víctor, uno de los dos fichajes realizados hasta el momento, que formó tripleta atacante con Lewandowski y Raphinha, que fue el mejor durante muchos minutos.

Y la declaración de intenciones se plasmó en la primera acción del partido, en el primer minuto de juego. En un robo de Raphinha y un centro del brasileño al segundo palo, donde Pau Víctor, solo, no aprovechó para besar el santo en su estreno.

Mientras le duró la gasolina al Barça, los azulgrana tuvieron alguna opción, frente a un rival que también jugó con un fútbol directo, sustentado en el físico de su medular y la rapidez de sus delanteros.

Flick, desde la banda, en el límite de la raya de cal, corregía, observaba y apoyaba a sus jugadores. La segunda opción, más o menos clara, fue un remate de cabeza de Íñigo Martínez a la salida de un saque de esquina (minuto 12), y después poco más.

Un disparo de Lewandowski, muy centrado, y un gol anulado a Raphinha tras un fuera de juego claro (minuto 37). Los últimos veinte minutos del primer tiempo, el Mónaco se sintió más cómodo, liberado de la presión del Barça, y tuvo más presencia en el campo contrario, pero solo dispuso de un par de aproximaciones y poco más.

Puso Flick a Gundogan por Pablo Torre tras el descanso, pero el segundo tiempo empezó de la peor manera posible. Marc Bernal se despistó en la frontal del área propia, se adelantó Camara y anotó el 0-1 en el minuto 50.

Curiosamente el tanto de los monegascos le sentó bien al Barça, pero fue el efecto gaseosa. Se disipó muy pronto y siete minutos después, en la siguiente aproximación del Mónaco, llegó el 0-2, en un pase filtrado que Embolo decidió ante Ter Stegen.

Lamine Yamal se estrenó en el minuto 67. También entraron en juego entonces Ferran Torres y Héctor Fort. La magia de Lamine activó el fútbol de ataque de los azulgrana, que tuvieron el 1-2 en un gran pase filtrado sobre Pau Víctor que volvió a errar en una inmejorable ocasión.

Pero el partido no tuvo continuidad, entre problemas físicos (Gundogan se tuvo que retirar por una ceja abierta), interrupciones y sustituciones, prácticamente no se vio fútbol en el segundo tiempo y en el minuto 86, en otro despiste defensivo, Mawissa puso el 0-3.

A pocos días para el inicio de la Liga, el rendimiento del Barça es una incógnita. Ofreció buenas sensaciones en la gira estadounidense, pero hoy dio una imagen decepcionante e incluso los espectadores silbaron su juego. El próximo partido, en Valencia, ya será en serio.

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