Peloteros del equipo de Hawai festejan en el Estadio Lamade tras vencer a Curazao en el juego por el título de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, en South Williamsport, Pensilvania. Foto La Hora: Tom E. Puskar/AP.

 

Durante una semana y media en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, ningún equipo se acercó a Hawai. El campeonato del domingo no fue diferente. Hawai pegó jonrones sucesivos de Kekoa Payanal y Kama Angell en la primera entrada para apuntarse una victoria de 13-3 en solo cuatro entradas sobre Curazao.

El campeonato de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas es el cuarto de Hawai. Ganó en 2018 y este mismo equipo de Honolulu terminó tercero el año pasado, cuando las restricciones de viaje por la pandemia de COVID-19 impidieron la participación de equipos internacionales.

¿Qué tan bueno fue Hawai? En seis partidos, todos victorias, el margen más cercano fue de cuatro carreras. Hawai superó a los rivales 60-5. «Somos afortunados de que todo haya encajado en el momento adecuado», dijo el manager de Hawai, Gerald Oda. «Estoy muy agradecido de que estos niños jugaran sueltos y relajados».

Parte de esa carrera fue sin Oda, quien se perdió varios juegos con COVID-19. Oda también dirigió el equipo de Hawai de 2018. «Después de 2018, pensé que la próxima vez que viniera a Williamsport sería como espectador», dijo. «Nunca pensé ni en mis mejores sueños que estaría de vuelta en 2022 entrenando a un equipo».

El abridor de Hawai, Jaron Lancaster, fue dominante una vez más el domingo, cuando lanzó las cuatro entradas, al tiempo que solo permitió tres carreras, tres hits y ponchó a 10 bateadores de Curazao.

 

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