Ole Gunnar Solskjaer está en la cuerda floja en el Manchester United y al parecer su permanencia se define partido a partido mientras la directiva del club medita si el técnico noruego es el idóneo para el equipo más laureado de Inglaterra.
¿Una derrota ante Tottenham en la Liga Premier el sábado podría ser la estocada definitiva? El apretado calendario de tres compromisos en una semana que incluyen enfrentar al Atalanta en la Liga de Campeones el martes y al Manchester City en la liga cuatro días después, ¿significa que podrá sobrevivir al menos hasta el receso internacional?
No hay certeza. Pero sí es seguro que Solskjaer busca conservar el puesto con vistas al partido de este fin de semana en el Estadio Tottenham Hotspur y necesita un vuelco drástico para otro cambio de rumbo en sus tres campañas difíciles con United.
La nostalgia caracteriza la gestión de Solskjaer como técnico del United, lo cual es entendible porque como jugador fue clave en la era en que el equipo conquistó numerosos trofeos bajo la dirección de Alex Ferguson. La visita del escocés, de 79 años, en el complejo de entrenamiento del club esta semana pareció pertinente en medio de la incertidumbre que rodea al cargo de Solskjaer tras la goleada por 5-0 que Liverpool propinó a United el pasado fin de semana.
Sin embargo, bastaría un guiño a su pasado más reciente para que el noruego pueda enfrentar esta crisis.
Gran parte del análisis sobre la lamentable actuación de United contra Liverpool se enfocó en la incapacidad del club para ejercer presión efectivamente en su lado de la cancha. Sin unidad ni cohesión para presionar de parte de Manchester United, el Liverpool, al igual que otros conjuntos esta campaña, no tuvo dificultades para penetrar el medio campo y desarmar a una defensiva lamentablemente desprotegida.
Para conseguirlo, para salvar básicamente su puesto, Solskjaer quizá deba volver a lo que le ha funcionado bien durante gran parte de su tiempo en el cargo y hacer nuevamente los ajustes para plantar a su equipo más al fondo de su cancha y jugar al contrataque.
Después de todo, esa estrategia es la que ha permitido al United mantenerse imbatible frente a City en la Liga en los últimos cuatro encuentros entre ambos conjuntos, de los que ha ganado tres, y también en seis cotejos en conjunto contra City, Chelsea y Liverpool la campaña anterior.
Esto podría suponer un retroceso para Solskjaer, una admisión de que no ha logrado que United avance en su juego a pesar de las grandes contrataciones a la ofensiva en las últimas dos temporadas: el portugués Bruno Fernandez y más recientemente Cristiano Ronaldo y Jadon Sancho.