Aaron Rodgers lanzó dos pases de anotación a Randall Cobb y los Packers de Green Bay les quitaron la condición invicta a los Cardinals de Arizona, al imponerse ayer por 24-21, gracias a una intercepción clave sufrida por Kyler Murray en las postrimerías.
Pareció que los Cardinals hilvanarían su octavo triunfo en la campaña, pero Murray vio interceptado su envío en segunda y gol, con 12 segundos restantes.
A.J. Green no esperaba que el pase fuera hacia él. Jamás se dio la vuelta, y Rasul Douglas estaba ahí para apoderarse del balón en la esquina de la zona de anotación.
Fue una gran noche para algunos jugadores poco conocidos de los Packers. Douglas fue añadido a la nómina de jugadores en activo apenas hace tres semanas, cuando el equipo necesitaba ayuda en la secundaria.
Comenzó la campaña en el equipo de prácticas de los Cardinals.
«Eso es lo que me encanta de este equipo», dijo Rodgers. «Este tipo que hizo la intercepción estuvo con ellos durante cuatro semanas. Estaba en la calle. Nosotros lo trajimos y lo pusimos de titular. Es un gran tipo que se ha adaptado realmente bien a nuestro sistema. Es increíble que haya logrado una jugada así con 15 segundos restantes».
Con ello, fue el héroe del partido del jueves por la noche.
La labor de Cobb fue también oxígeno para Green Bay, que careció de sus dos receptores principales. Davante Adams y Allen Lazard fueron colocados en la lista de COVID-19 en la semana,. Cobb, de 31 años, respondió con dos anotaciones, ambas con atrapadas difíciles en medio del tráfico.
«El ataque por pase fue difícil en ocasiones, pero Cobby logró un par de grandes atrapadas de touchdown», resaltó Rodgers.
Green Bay (7-1) ha ganado siete duelos consecutivos después de perder el inaugural. Arizona (7-1) buscaba imponer un récord de la franquicia, con su mejor racha en el comienzo de una campaña.
En vez de ello, se conformó con igualar la marca establecida en 1974.