Dustin Hopkins convirtió un gol de campo de 43 yardas con el reloj en ceros, y Washington superó ayer 30-29 a los Giants de Nueva York.
Hopkins había fallado en un primer intento segundos antes, pero una infracción le dio una segunda oportunidad.
Dexter Lawrence estaba en offside, lo cual ocasionó que cayera el pañuelo amarillo. En su nueva oportunidad, sin tiempo en el reloj, Hopkins no perdonó, para dar la victoria dramática a Washington (1-1).
El triunfo significó otro momento brillante para Taylor Heinicke, de 28 años, quien causó sensación en los playoffs del año pasado, cuando salió de la nada y jugó en una derrota ante Tom Brady y Tampa Bay.
Esta vez, lanzó para 336 yardas y dos anotaciones. Un envío interceptado en las postrimerías pareció resultarle caro a Washington. Graham Gano convirtió su quinto gol de campo para dar a los Giants una ventaja de 29-29 con 2:00 minutos restantes.
Pero Heinicke llevó a Washington otra vez a distancia de gol de campo.
«Tiene la capacidad de lanzar el balón y de hacer los pases. Eso ya lo hemos visto», comentó el entrenador Ron Rivera. «Y tiene mucha confianza».
Daniel Jones lanzó para 249 yardas y un touchdown por los Giants (0-2). Corrió además para 95 yardas y una anotación.
Durante buena parte de la noche, fue la reputada defensiva de Washington la que no funcionaba. Nueva York anotó en sus primeras cuatro posesiones de la segunda mitad.
Pero después de que los Giants se colocaron arriba por 26-20, Heinicke requirió apenas de 17 segundos para dar la ventaja a Washington por 27-26.
Washington trataba de agotarse el tiempo, pero James Bradberry interceptó un envío de Heinicke. Ello dio a Nueva York el balón en la yarda 20 de Washington.
La defensiva de Washington se encargó de que el daño se redujera a un gol de campo, lo cual dio a Heinicke otra oportunidad.
Luego, quien corrió con suerte fue Hopkins, en la repetición del gol de campo.
«Ha sido una dura lección», reconoció el entrenador de los Giants, Joe Judge. «No voy a culpar de esto a Dexter».