Louis Oosthuizen buscó olvidarse del segundo puesto al que ha tenido que resignarse en sus últimos dos majors, y trepó a la cima de la tabla. Jordan Spieth embocó putts como si estuviera en 2017.
Y ambos dieron al Abierto Británico una sensación conocida.
El golf volvió casi a la normalidad el jueves en los campos del Royal St. George, con viento y la mayor cantidad de público reunida desde que comenzó la pandemia del coronavirus.
Oosthuizen y Spieth encabezaron la tabla de posiciones en el Abierto Británico.
Spieth se mostró tan agradecido por su buen desempeño como por recuperar algunas de las condiciones previas a la crisis mundial por el COVID-19.
«De este lado de las sogas, desde el primer tee, es el torneo que más normal se ha sentido entre los que hemos jugado hasta ahora. Se parece al torneo de los años previos», comentó el texano.
Oosthuizen logró hacer el par con un tiro desde un bunker en el último hoyo y redondeó una primera ronda de 64 golpes, seis bajo el par y uno menos que Spieth y Brian Harman, que le siguen con 65.
A Spieth el putt le funcionaba de maravillas, como en el 2017, cuando ganó este torneo en Birkdale… con una primera ronda de 65.
Aquélla fue la última vez que un campo en Inglaterra había albergado el Abierto Británico.
Dylan Fritelli, Webb Simpson, Mackenzie Hughes, Benjamin Herbert y Stewart Cink les siguen con 66 y diez jugadores suman 68.
«Tuvimos la mayor sensación de normalidad» desde que empezó la pandemia, expresó Spieth, a quien una seguidilla de cuatro birdies consecutivos le recordó la primera ronda de hace cuatro años.
Oosthuizen viene de dos segundos puestos seguidos en torneos grandes –el Campeonato de la PGA y el US Open– y está de nuevo en la pelea tras igualar la mejor marca para una primera ronda. Christy O’Connor Jr. se apuntó también 64 en 1981.
El sudafricano abrió con siete pares seguidos. Pero a continuación se apuntó seis birdies en nueve hoyos.
«En todos los años que llevo jugando aprendí a ser paciente», dijo Oosthuizen, que no gana un torneo grande desde el Abierto Británico del 2010 en St. Andrews. Desde entonces terminó segundo seis veces.
Jon Rahm, Bryson DeChambeau y Shane Lowry, ganador del 2019, necesitaron 71.
Se admiten 32,000 espectadores diarios.