Luego de llegar a la fase de eliminación directa en el Campeonato Europeo, Alemania busca la manera de cometer menos errores en la etapa siguiente.
Pero sus integrantes se muestran optimistas. No sólo piensan en el partido ante Inglaterra, sino en los que vendrán después.
«Estoy convencido de que lograremos mejorar en los próximos partidos y de que habrá más. Incluso más allá que el partido contra Inglaterra», dijo el mediocampista Joshua Kimmich, de cara al duelo de octavos de final previsto para el martes en el estadio Wembley de Londres.
Sin embargo, la selección alemana parece tener demasiadas tareas pendientes para el entrenador Joachim Löw, quien dejará las riendas después de este certamen.
Los germanos lograron colarse apenas en los octavos de final ayer gracias a que Leon Goretzka obtuvo un gol agónico en el empate 2-2 frente a Hungría. Por un momento, pareció que fallaría la apuesta de Löw al todo o nada para evitar otra eliminación en la fase inicial de un torneo relevante.
Con menos de 10 minutos por disputarse, Löw envió a la cancha a Jamal Musiala, de 18 años y al también delantero Kevin Volland.
Musiala, quien cumplió su primera aparición en la Euro 2020, abrió la puerta a la clasificación cuando eludió a tres defensas húngaros en la gestación del gol de Goretzka, cuyo disparo se desvió en otro jugador antes de vencer al arquero Péter Gulácsi a los 84 minutos.
Löw elogió el temple de su equipo. Sin embargo, quedó claro que el técnico hubiera estado más contento con menos suspenso en el partido.
Francia igualó simultáneamente 2-2 con Portugal, lo que obligaba a los alemanes a conseguir al menos un punto.