BOGOTÁ/AP
A menos de un mes de la inauguración de la Copa América, Colombia quedó descartada como coanfirtiona el jueves, cuando la CONMEBOL decidió retirar de ahí los partidos programados, incluida la final, rechazando un pedido del gobierno para aplazar el torneo a finales de año.
“La CONMEBOL asegura la realización de la Copa América 2021 e informará en los próximos días la relocalización de los partidos que debían disputarse en Colombia”, indicó el organismo rector del fútbol sudamericano, mediante un comunicado emitido por la noche.
Un par de horas antes, el ministro colombiano del Deporte, Ernesto Lucena, anunció que su nación presentaría una solicitud formal para posponer el certamen sudamericano de selecciones, que se debe inaugurar el 13 de junio y cuya final estaba pautada para el 10 de julio en Barranquilla, ciudad de la costa caribeña de Colombia.
La Copa América se había postergado ya el año pasado, debido a la pandemia. Al anunciar el pedido de un nuevo aplazamiento, Lucena argumentó que las condiciones sanitarias impedían aún avalar un aforo del 50% o más en los estadios para llevar a cabo de la mejor manera el torneo, del que Colombia estaba contemplada como coanfitriona con Argentina.
“Creemos que lo más importante en un evento de esta magnitud es el aforo de público y como lo ha dicho el presidente de Argentina, y como lo hemos reiterado nosotros, en este momento la imposibilidad de tener aforo hace que la Copa no sea un evento con el que todos soñamos”, dijo Lucena.
Pero en su comunicado, la CONMEBOL respondió que no era factible atender la petición.
“Por razones relacionadas al calendario internacional de competiciones y a la logística del torneo, resulta imposible trasladar la Copa América 2021 al mes de noviembre”, indicó el organismo.
CONMEBOL agradeció al presidente colombiano Iván Duque y al titular de la federación de fútbol del país, Ramón Jesurún, el empeño puesto en la organización del torneo.
“Es seguro que en el futuro surgirán nuevos proyectos en conjunto para el crecimiento del fútbol colombiano y sudamericano”, manifestó.
Los comentarios de Lucena a la prensa surgieron tras una semana en que habían arreciado las versiones de que la CONMEBOL retiraría a Colombia la sede compartida de la Copa, ante la ola de protestas antigubernamentales que se registran en el país desde finales del mes pasado.
Medios locales e internacionales habían publicado reportes de que Colombia no sería más el anfitrión de la Copa América por las protestas contra el gobierno que iniciaron desde el 28 de abril.
Ésta iba a ser la primera vez que una Copa América se iba a disputar en dos países distintos de manera simultánea. Está por verse si esa posibilidad se mantiene o si CONMEBOL decide dejar todos los partidos en Argentina.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo a medios el 18 de mayo que su país tenía la capacidad de organizar la Copa América por su cuenta, siempre que se cumpliera con estrictos protocolos de bioseguridad.
El gobierno colombiano negó que la convulsión social fuera el motivo de su solicitud de aplazamiento.
“No desconocemos que hay una realidad social, pero el gobierno ha venido trabajando con los sectores a través de los diferentes ministerios y consejerías”, agregó el ministro Lucena.
Las protestas en Colombia arrancaron en rechazo de una propuesta de reforma tributaria, en momentos en que la pandemia ha dejado a millones de personas sin dinero ni empleo. Aunque el gobierno retiró esa propuesta las marchas prosiguieron, ahora en demanda de que no haya violencia policial y de cambios en la políticas del presidente Duque.
Recién el sábado, Lucena había asegurado que Colombia iría “hasta el final” en la organización de la Copa América.
Las distintas versiones de que Colombia perdería la sede comenzaron a fortalecerse la semana anterior, a raíz de los choques entre la policía y una multitud de manifestantes que quería impedir la celebración de partidos de la fase de grupos de la Copa Libertadores en las localidades de Barranquilla y Pereira.
En Barranquilla, la policía lanzó gases lacrimógenos que llegaron al estadio Romelio Martínez, durante los partidos Santa Fe-River Plate y América de Cali-Atlético Mineiro.
Hubo interrupciones en los encuentros y los jugadores e integrantes del cuerpo técnico debieron frotarse los ojos o enjuagárselos, en busca de aliviar la irritación.
También hubo desórdenes el miércoles en los alrededores del estadio de Pereira, Hernán Ramírez Villegas, donde Atlético Nacional recibió a Nacional de Uruguay.
Antes y después de esos episodios, la CONMEBOL retiró de Colombia partidos de las copas Libertadores y Sudamericana.
Esta edición de la Copa América iba a incluir un nuevo formato con cinco selecciones en cada país. Qatar, sede del Mundial de 2022, y Australia, iban a jugar en calidad de invitados, pero cancelaron en febrero su participación, debido a preocupaciones por la pandemia.
El ministerio de Salud de Colombia había confirmado hasta el jueves 3.177.212 contagiados y 83.233 decesos por el coronavirus.
La pérdida de la sede de la Copa América se suma a otros episodios en que Colombia, por uno u otro motivo, no ha podido llevar a cabo distintos eventos futbolísticos internacionales.
El país renunció a llevar a cabo el Mundial de 1986, una sede que ya se le había otorgado, por decisión del entonces presidente Belisario Betancur, en medio de una serie de problemas económicos. La claudicación se anunció en 1982 y la Copa del Mundo se celebró finalmente en México.
A ello se suma la posposición de la Copa América de en 2020. También el año pasado, Colombia perdió por amplio margen la votación por la de la cita femenina de 2023.
En cambio, Colombia llevó a cabo una Copa América, la de 2001. En aquel año, el torneo se realizó pese a que una serie de atentados de la guerrilla lo puso en duda. Argentina canceló su participación y la selección colombiana se coronó por primera vez.