Alfonso Mata
Las vacunas tradicionales están compuestas por una o más sustancias activas de origen biológico denominadas » antígenos vacunales», que se derivan de bacterias o virus. Para que la vacuna sea más eficaz, el antígeno de la vacuna se suele combinar con un adyuvante que suele ser una sal de aluminio (hidróxido o fosfato). Se pueden utilizar conservantes antimicrobianos para prevenir la contaminación microbiana de la vacuna. Se pueden utilizar estabilizadores (lactosa, sorbitol, etc.) para mantener la calidad de la vacuna durante su vida útil.
Pero ¿cómo se diseñan las vacunas?
Para empezar, se multiplica el virus o la bacteria en el laboratorio para obtener una gran cantidad, luego se calienta o se trata con productos químicos para que sean mucho menos peligrosos. De esta forma se producen vacunas vivas atenuadas como las contra el sarampión las paperas la rubéola otras vacunas como la contra la rabia se crean eliminando los agentes infecciosas vivos de los virus o usando sólo parte inofensiva de una bacteria como la vacuna contra el tétanos Estas son las vacunas inactivadas.
Luego, todo el material que va a llevar la vacuna sin excepción debe ser probado, verificarlo y distribuido en lo que se va a inocular. La prueba primero se hace con animales, después con seres humanos y luego se le agregan conservantes estabilizadores y a veces un adyuvante un químico que hace que la vacuna sea más efectiva.
Las vacunas están compuestas por sustancias activas de origen biológico. Se elaboran a partir de los gérmenes contra los que protegerá la vacuna, en medios de cultivo principalmente de origen animal o sintético, que aportan los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Las vacunas se distinguen de otros fármacos por el origen biológico de sus principios activos, que no pueden sintetizarse químicamente. Como resultado, presentan una variabilidad de producción significativa, lo que explica las dificultades encontradas para controlar la reproducibilidad de los procesos de fabricación.
Los procesos de fabricación suelen ser largos y complejos. De hecho, se necesitan entre seis y veintidós meses para producir una vacuna, contra unas pocas semanas a seis meses en general para los medicamentos químicos. El 70% del tiempo de fabricación se dedica a los controles de calidad y seguridad que se llevan a cabo en cada etapa de fabricación.
Hay dos pasos principales para hacer una vacuna: 1º producción de la sustancia activa; 2º Producción farmacéutica.
La producción de la sustancia activa
Se trata de producir un antígeno capaz de estimular la producción de anticuerpos por nuestro sistema inmunológico. Este antígeno proviene del germen (virus, bacteria o parásito) que causa la enfermedad y puede ser:
un germen vivo y atenuado (vacuna viva atenuada: paperas , sarampión o tuberculosis (BCG) por ejemplo);
un germen inactivado o fracción de germen (vacuna inactivada), o una toxina.
Algunas vacunas se producen mediante ingeniería genética: utilizan una célula animal o una levadura para la producción del antígeno de la vacuna (ejemplo: hepatitis B). Se llaman vacunas recombinantes.
Cada tipo de vacuna se produce de una forma específica, pero su fabricación generalmente sigue los mismos pasos:
1. Constitución del banco de gérmenes:
Punto de partida del proceso, el banco de gérmenes agrupa virus o bacterias que deben mantener propiedades constantes para garantizar vacunas de calidad. El germen debe estar muy bien caracterizado, en particular sin ninguna mutación.
2. Cultivo y amplificación:
Se deben dominar perfectamente los parámetros del cultivo como duración, temperatura, presión, composición del medio de cultivo, número de gérmenes, aireación, etc. Algunos medios de multiplicación están formados por células, algunos cultivos se realizan en huevos de gallina (gripe, fiebre amarilla).
3. Recolección:
Esta operación consiste en extraer el antígeno que se ha producido del medio de cultivo.
4. Purificación y concentración:
Esta operación consiste en eliminar cualquier impureza de la sustancia y concentrarla mediante procesos físicos (centrifugación por ejemplo).
5. Inactivación de la sustancia producida si es necesario:
La inactivación por calor o por agentes químicos como el formaldehído permite suprimir el poder patógeno manteniendo las propiedades inmunológicas, es decir, la capacidad de desencadenar una respuesta inmune al antígeno producido sin desencadenar realmente la enfermedad.
6. Fabricación de valencias antigénica:
Este paso consiste en recolectar sustancias antigénicas activas (Es el sitio o porción inmunodominante de un antígeno, a través del cual se une con un anticuerpo o con un receptor del linfocito T) en un solo compuesto, por ejemplo, tres tipos de vacuna inactivada frente a la poliomielitis.
Formateo farmacéutico
El formato farmacéutico permite obtener el producto final que se ofrecerá en c
1. Ensamblaje de valencias para vacunas combinadas: Las valencias están asociadas como la vacuna Difteria – Tétanos – Polio – Tos ferina.
2. Formulación: Pueden agregarse adyuvantes y estabilizadores. Los adyuvantes sirven para mejorar la eficacia y aumentar la respuesta inmune; los conservantes y estabilizadores mejoran la estabilidad del compuesto. Los conservantes se pueden utilizar en presentaciones multidosis.
3. Distribución aséptica:
El producto se coloca en un vial o jeringa de forma estéril (sin gérmenes indeseados).
4. Liofilización si es necesario: Este paso permite eliminar el agua de un producto transformándolo en polvo, lo que asegura una mejor estabilidad y por tanto una mejor conservación.
5. Envasado: Este paso consiste en el etiquetado y envasado en forma de lotes que representan un conjunto homogéneo de dosis de fabricación, de 50.000 a 1 millón de dosis por lote según el tipo de vacuna.
6. Control y liberación de lotes: Las vacunas tienen la particularidad de estar sometidas a un doble control: por parte del fabricante y por una autoridad independiente. Cuando estos dos controles son satisfactorios, los lotes se liberan y están listos para ser comercializados.
7. Entrega de lotes a farmacias, hospitales, centros de vacunación, etc.
Controles de seguridad y calidad de las vacunas
Las vacunas están sujetas a un doble control por parte del fabricante y de un laboratorio oficial independiente que en cada país tiene que ver con una agencia u oficina Nacional para la Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios.
1. Controles del fabricante
En cada etapa de fabricación, el fabricante realiza numerosos controles relacionados con la calidad, eficacia y seguridad del producto (presencia de la sustancia activa en las cantidades esperadas, pureza, verificación de la eliminación de los productos utilizados en la fabricación, etc.)
Como ocurre con cualquier medicamento, los resultados de todos los controles realizados permiten a los fabricantes “liberar los lotes” de vacunas.
2. Controles de calidad de la vacuna
Lo anterior, va seguido de la aprobación y por la autorización de parte de la oficina nacional responsable para ingresar el producto y comercializarlo.
Las condiciones para la comercialización de vacunas se refuerzan en comparación con las de otros medicamentos mediante un procedimiento de liberación de lotes por parte de la agencia u oficina Nacional para la Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios. Este procedimiento está impuesto por la normativa europea y americana que exige un control de calidad del 100% de los lotes de vacunas antes de que sean comercializados en el mercado por el laboratorio oficial a cargo.
El procedimiento consiste en una revisión completa del archivo de fabricación de los lotes y una verificación (en términos de identidad, actividad y seguridad) de cada lote por parte de los laboratorios locales o internacionales. Los elementos de control los establece la Dirección de Calidad de los Medicamentos ya sea europea o la norteamericana. Por tanto, son los mismos independientemente del país solicitado por el fabricante para la liberación del lote. Cuando el control es compatible, se emite un certificado de liberación de lote. Este certificado permite que el lote circule por el mercado.
El control de liberación de cada lote por una autoridad independiente, en paralelo con el control realizado por el fabricante, es una garantía adicional de la seguridad y calidad farmacéutica de las vacunas en el tiempo.
Los laboratorios debidamente reconocidos a nivel mundial controlan y liberan lotes para programas de vacunación bajo los auspicios de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
¿Qué elementos se comprueban?
Se llevan a cabo controles de rutina en muestras de productos terminados, pero también en productos durante la producción. Esto implica principalmente probar los siguientes parámetros:
Identidad: es decir, la adecuación del producto terminado a lo esperado;
Actividad de la vacuna en el laboratorio o en animales;
Estabilidad de los componentes del producto;
Seguridad microbiológica: es decir, ausencia de contaminación por microorganismos extraños.
¿Existen controles de calidad y seguridad después de la entrega de la vacuna?
El mantenimiento de la calidad y la seguridad en el lugar de almacenamiento, es cosa del sistema de salud que debería estar garantizado por el cumplimiento de las condiciones de almacenamiento y la fecha de caducidad. Al igual que con cualquier medicamento, los lotes de vacunas pueden retirarse en caso de dudas comprobadas sobre la calidad, eficacia o seguridad de los lotes identificados tras la comercialización de las dosis, tras la evaluación de la dosis.