Alfonso Mata
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PATERNIDAD Y APRENDIZAJE
La paternidad (padre y madre) es multidimensional. Para responder a las variadas necesidades de sus hijos, los padres deben desarrollar tanto la profundidad como la amplitud del conocimiento, desde conocer los fundamentos y las normas de desarrollo que ayudan a mantener a los niños seguros y saludables, hasta comprender el papel de los profesionales (educadores, médicos, salubristas) y sistemas sociales (instituciones, leyes, políticas) que interactúan con las familias y apoyan la crianza de los hijos. Actualmente ignoramos mucho al respecto.
Tanto el Sistema de Salud como de Educación trabajando juntos, deberían declarar de importancia nacional, el conocimiento de los padres sobre el desarrollo infantil y debería ser el tema principal de muchos esfuerzos, para apoyar la crianza de los hijos.
• ¿Por qué?- se pregunta La Hora
Y RESPONDE EL ESPECIALISTA:
Un sólido cuerpo de investigación internacional y nacional sugiere: que los padres con niveles más altos de educación, tienden a saber más sobre los puntos claves y procesos del desarrollo infantil, así como sobre las estrategias de crianza eficaces en cada etapa de la vida del niño y eso en parte hace diferencia en la crianza entre grupos, favoreciendo a unos y limitando a otros.
• Ese mayor conocimiento, entre otros factores ¿puede hacer diferencia en la atención a la crianza?
Correcto: las diferencias en la confianza de los padres y la aproximación dentro de la comunidad a elementos y programas que faciliten a los padres mejor desarrollo de sus propias capacidades no es igual para todos. Es importante saber que el tiempo perdido puede recuperarse, es decir, el acercar facilidades de conocimiento a los padres para aumentar su conocimiento, puede cambiar su forma de entender y actuar; por lo tanto, ayudar a adquirir conocimientos que pueden ayudar a prácticas de crianza efectivas, es un pilar para mejorar la salud del guatemalteco.
• Entonces ¿es clave el conocimiento de los padres como punto de intervención para la salud del niño?
¡Así es! el conocimiento de los padres sobre el desarrollo infantil está relacionado con sus prácticas y comportamientos. Por ejemplo, las madres que tienen buenos conocimientos del desarrollo infantil, interactúan con sus hijos de manera más positiva, en comparación con las madres con menos conocimientos. Los padres (madre y padre) que entienden el desarrollo infantil, también tienen menos probabilidades de tener expectativas inapropiadas para su hijo (quiero que mi hijo lea a los dos años, que trabaje a los seis, llevarle tarde al médico) lo que afecta el uso de la disciplina apropiada y la naturaleza y calidad de las interacciones entre padres e hijos.
• El apoyo de la enseñanza ¿debe hacerse en varios aspectos?
¡Claro! la importancia del conocimiento es aplicable a una variedad de comportamientos y prácticas cognitivas y socioemocionales que necesita el desarrollo del niño. De igual forma, la comprensión de los padres sobre el desarrollo de sus hijos pequeños, se asocia con estar mejor preparados para apoyar a sus hijos. Por ejemplo, apreciar la importancia de exponer a los bebés y niños pequeños a escuchar palabras y usar el lenguaje. También se ha encontrado que los padres que asumen que los niños muy pequeños no están atentos, tienen menos probabilidades de responder a los intentos de sus hijos de participar e interactuar con ellos. Pero lo más importante: los padres de niños pequeños con aumento de conocimientos sobre el desarrollo del niño, muestran un aumento en las prácticas relacionadas con el cuidado, la alimentación y la salud en la primera infancia.
• Así que una asociación directa entre el conocimiento de los padres y los resultados del niño, incluyendo comportamiento y mejoras en medidas de rendimiento cognitivo y motor es de esperar.
Analice usted lo que me dijo una madre:
Marito tiene cinco años, es incontrolable fuera de casa. Es terco y responde con rudeza cada vez que le pido que haga algo, es una pesadilla cada vez que lo llevo a algún lugar. Se descontrola y todo lo que le gusta, sin preguntar, cree que le pertenece. Y sabe que me dijo el pediatra: no hay criterio para el comportamiento normal. Depende de la edad, la personalidad, el desarrollo emocional y el entorno de educación del niño. Déjelo estar.
Se sabe ya que los hijos de madres con mayor conocimiento del desarrollo infantil, tienen menos probabilidades de tener un hijo al año con problemas de conducta y obtienen a los tres años mejores calificaciones en las pruebas de Coeficiente Intelectual (CI) que los hijos de madres con menos conocimientos de desarrollo. Y hay todavía más: el conocimiento de los padres, se asocia con una mejor crianza y la calidad del entorno familiar, que, a su vez, se asocia con los resultados de salud de los niños.
• ¿Cuál es entonces el principal objetivo de exponer a los padres a conocimientos de la crianza de los hijos?
Sencillo: un aumento en la competencia y las habilidades para fomentar el crecimiento físico, social y cognitivo de sus hijos, así como mejorar la sensibilidad de los padres a las señales de salud y enfermedad de los bebés y preescolares, con lo que se obtiene una mayor participación en el aprendizaje temprano de los niños y una mejor gestión (prácticas) de manejo de la conducta.
– Y ¿qué obtiene el Sistema de
– Salud con ello?
Menores tasas de problemas de salud y de conducta indeseable en los niños.
• ¿Puede darnos ejemplos?
Mejor conocimiento de los padres sobre cómo satisfacer las necesidades físicas básicas (por ejemplo, el hambre, atención médica) y las emociones (por ejemplo, querer que las carguen o calmar) de sus hijos, así como sobre cómo leer las señales de los bebés. Ello puede mejorar la sincronicidad entre padres e hijos: Asegurar el correcto crecimiento y desarrollo del niño. Específicamente importante es el conocimiento de los padres sobre nutrición adecuada, ambientes seguros, calmar a un bebé que llora y mostrar amor y afecto.
Otros ejemplos: Para muchos padres, el llanto infantil es un gran desafío durante los primeros meses de vida. Los padres que no pueden calmar a sus bebés que lloran, sufren de falta de sueño, tienen dudas sobre sí mismos; las madres pueden dejar de amamantar antes y pueden experimentar más conflictos y discordia con su pareja e hijos y enfermarse. La mejora en el conocimiento de los padres sobre el bebé y su crianza, se asocia con reducciones en las visitas médicas y hospitalarias, innecesarias. Finalmente: el aumento en el conocimiento de los padres sobre la crianza, se asocia con cambios positivos en el entorno familiar, así como con mejoras en la conducta (llanto, tiempo de sueño infantil, comidas, salud).
• Y en la salud ¿qué podemos esperar?
El conocimiento específico sobre salud y seguridad, incluido el conocimiento sobre cómo acceder a la atención médica, protege a los niños de daños físicos y promueve una buena higiene y nutrición, competencias claves para la crianza de los hijos. Por ejemplo, un vínculo positivo entre el conocimiento de los padres sobre nutrición y la ingesta de alimentos nutritivos de sus hijos, ayuda a un adecuado crecimiento e impacta en la salud. También se asocia con buena ingesta de los niños, un cambio a buenos hábitos alimenticios y prácticas nutricionales de los padres.
Otro ejemplo: los padres con conocimientos sobre inmunización, tienen más probabilidades de comprender su propósito y cumplir con el calendario de vacunación. Los padres que tienen más conocimiento sobre las prácticas efectivas de prevención de enfermedades, es más probable que creen ambientes domésticos más seguros para sus hijos y reduzcan las probabilidades de enfermar y de que si se enferman, no se compliquen por dejadez de ellos.