Alfonso Mata
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FACTORES AMBIENTALES

La percepción de un alimento no sólo está determinada por sus propiedades sensoriales ya que el mismo alimento puede ser percibido de manera diferente por el mismo individuo de acuerdo a su estado fisiológico y el estado de ánimo y las emociones, o el ambiente y contexto en que se come o su estado de salud y aún las estaciones y los días. Niños, adolescentes y adultos, son sensibles a las condiciones ambientales que pueden afectar a la ingesta de alimentos de forma independiente de la energía inmediata o necesidades nutricionales o de largo plazo.

Aunque usted no lo crea, un factor estimulante a ingesta inadecuada -confirmado por la investigación- es la televisión. Se ha demostrado que el tamaño de una comida consumida se incrementa mientras se ve televisión, si se compara con una comida consumida sin televisión. Y a pesar del aumento en el tamaño de las comidas que se consumen frente a la televisión, las sensaciones de saciedad son más difíciles de lograr. Además de los efectos estimulantes observados en el momento de la ingesta de alimentos, parece que las comidas mientras se ve la televisión, estimula la ingestión de una gran cantidad de alimentos en la próxima comida. Este efecto se explica por la idea de que los contenidos de la televisión durante una comida, impedirán la formación de una traza de memoria adecuada de los alimentos o el recuerdo de lo que se ha consumido previamente y es un factor limitante para el consumo futuro.

Por el contrario, si ponemos atención a lo que comemos, ello causa una reducción en la ingesta de alimentos. Esta atención, ayuda a retener la ingesta de alimentos y consumir menos de forma implícita en la siguiente comida. En nuestro medio, es frecuente que se coma frente al televisor, lo que funciona como un elemento distractor.

Otro elemento fundamental es el estado de ánimo, que puede igualmente modular el consumo de alimentos o bebidas durante un episodio de comida. De esto hablaremos en otro escrito.

La iluminación del lugar de consumo no puede olvidarse tampoco. Una luz brillante estimula la ingestión de consumo durante el almuerzo, mientras que una luz tenue promueve la ingestión de la comida por la noche. Una luz brillante anima a comer más rápido, mientras que una luz suave ralentiza el consumo. La luz se acompaña de la temperatura. El consumo tiende a ser más abundante cuando hace frío que cuando hace calor. Finalmente algo que se da con frecuencia: ruidos y música en el ambiente. Los ruidos de alta intensidad provocan comer más, lo que se ha interpretado como un efecto de estrés. Cuidado con los restaurantes ruidosos.

Merece igualmente atención, el tiempo dedicado a la comida. El tiempo que tomamos para comer es importante para la ingesta de alimentos. Nuestro cerebro necesita tiempo para recibir señales del estómago que informan que estamos en la fase de comida. Se estima que necesita unos 20 minutos para hacernos sentir que hemos comido lo suficiente. El ambiente urbano, genera una aceleración de los ritmos sociales y los requisitos de trabajo, que contribuyen a reducir el tiempo empleado en la mesa y aparece como necesario para la vida en la sociedad. Pero resulta más que evidente que en términos generales, el desayuno lo hacemos en unos cuantos minutos, el almuerzo quita tres veces más aunque resulta insuficiente, y la cena de nuevo es un proceso por lo general ante el televisor.

Alimentarse necesita de convivencia. La convivencia ocupa un lugar importante en el modelo alimentario. El momento de las comidas representa un momento esencial de socialización. Reunirse con familiares o amigos durante una comida, juega un papel importante en lo que ingerimos y como lo ingerimos.

QUÉ PODEMOS DECIR DE LA ENERGÍA QUE NECESITAMOS

Muchos piensan que es mucho ruido el que hemos armado, alrededor de la alimentación, la nutrición, la energía y los nutrientes. Observe la siguiente gráfica y luego hablamos de lo que entendió sobre ello.

CONSUMO DE ENERGÍA

La cantidad de energía que todos necesitamos, depende principalmente de su consumo individual, que se articula en torno a cuatro elementos según pudimos ver en la gráfica que hemos presentado:

La tasa metabólica básica: que depende de la edad, el sexo, el tamaño y la composición corporal (volumen de los músculos y de los tejidos grasos en el cuerpo) y el estado de salud. Utiliza la mayor parte de la ingesta energética e incorpora toda la energía que el cuerpo necesita para mantener sus funciones vitales.

Producción de calor relacionada con los alimentos: Parte de la energía consumida en la ingesta, se usa para la digestión de alimentos: masticación y actividad intestinal para sacar nutrientes a los alimentos así como expulsar desechos.

Consumo de energía relacionado con la temperatura: Energía requerida para mantener la temperatura corporal y la requerida en caso de mayor consumo bajo ciertas circunstancias como trabajo físico o ciertas enfermedades. En condiciones normales o sea de salud, la cantidad permanece constante y no se pueden cambiar.

La actividad física: una variable del gasto en energía, está bajo nuestro control ya que podemos regular la actividad física que ejecutamos.

Bien he ahí el gran resumen de la energía. Todo ello puede ser afectado no solo por la enfermedad orgánica sino también por la emocional y psicológica, así como los aspectos de la alimentación que hemos mencionado en el artículo anterior y en este.

En ausencia de una definición estándar de la calidad de la dieta o los patrones de la dieta, se puede decir que la calidad de la ingesta dietética habitual general o el patrón de ingesta dietética habitual general, varía de composición según el país de origen, pero independiente de ello, los patrones dietéticos saludables o prudentes, se caracterizan por una mayor ingesta de alimentos ricos en nutrientes incluidos vegetales, ensaladas, frutas, pescado y otros grupos de alimentos conocidos por ser saludables.  Por el contrario, los patrones no saludables se caracterizan por una mayor ingesta de alimentos con un aumento de grasas saturadas, carbohidratos refinados y productos alimenticios procesados.

Pero nuestra explicación de necesidades de energía queda incompleta si no hablamos que el otro órgano necesario para que tengamos energía: es el pulmón que nos proporciona el oxígeno suficiente y expulsa lo que ya no necesitamos, entonces una adecuada forma de suplementar nuestras necesidades energéticas, incorpora el funcionamiento pulmonar también.

ENERGÍA NUEVA PARA EL CUERPO

La caja de fusibles es en su casa, la central eléctrica que da energía para lo que usted necesita. Pero, ¿de dónde obtiene nuestro cuerpo su energía? Las necesidades diarias de un ser humano son más complejas que la instalación eléctrica de su casa. No podemos recargar nuestras baterías con solo tocar un botón o enchufar un adaptador. Nuestro cuerpo debe recargarse con energía nueva a diario, un funcionamiento que difiere en cada uno de nosotros, una contribución necesaria que también varía según las necesidades individuales.

¿Qué significa tener energía? pues bien he acá una respuesta: «la energía significa tener la fuerza para enfrentar los desafíos psicológicos y físicos, mantenerme en forma y lograr mis objetivos» afirmaba Doris Wolf. En su opinión, la energía es el resultado de la combinación compleja de muchos factores: suficiente sueño y ejercicio, una dieta saludable y una actitud positiva hacia la vida.

Bien decíamos al principio que comer en la actualidad es una fuente de placer, por consiguiente es un activador de los sistemas de recompensa, lo cual quiere decir que el comer en determinadas condiciones, se convierte en una conducta adictiva. Por lo tanto, el drama de la obesidad, no solo tiene como personaje a la grasa sino también al cerebro, cosa que olvidan muchas veces los nutricionistas y médicos. ¿Qué hace el cuerpo con los excesos? Sencillo los convierte en depósitos en los tejidos de grasa, porque acá hay muchas células madre que pueden dividirse y aumentar en número y tamaño y así hacer crecer la capacidad de almacenamiento pero cuando esto se agota se usan los almacenes del hígado y los músculos, dañándolos y creando resistencia a la insulina y todas sus complicaciones como la Diabetes II, la sombra de la obesidad.

¿Qué significa tener energía? «la energía significa tener la fuerza para enfrentar los desafíos psicológicos y físicos, mantenerme en forma y lograr mis objetivos».
Doris Wolf.

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