Casi todas nuestras cabeceras municipales tienen plantas de agua de tratamiento de potabilización. Pero casi ninguna de tratamiento de aguas residuales. Esta deficiencia acarrea un problema, no protegemos a la comunidad de exposiciones contaminantes a través del agua. Así que solo trabajamos parcialmente, a sabiendas que esos niveles elevados de contaminación persistirán.
En los programas de saneamiento como en los de atención, creo que en todo esto hay una cuestión de negligencia que es tan abrumadora en que no es sólo la industria la culpable en cómo se manejan los productos químicos
