PDFCon la evolución de la técnica y del conocimiento sobre las enfermedades,tendemos tanto médicos como pacientes, a centrarnos en la terapia curativa y nos olvidamos que el cuidado de una enfermedad y una persona enferma, demanda de la participación constante del médico, al igual y simultáneamente con el manejo y cuidado de su salud en general y no sólo en particular, de los órganos y tejidos que han sido sometidos al daño, a fin de evitar secuelas, reparar mejor el daño y evitar repeticiones del problema.
En un diálogo con el hacer clínico, el autor muestra los errores en que está incurriendo el médico y el salubrista en el manejo de la salud y la enfermedad y nos señala los puntos importantes, en que es necesario intervenir, a efecto de mejorar la práctica clínica y la salubrista.

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