El descanso además de ser una necesidad para el ser humano es un acto de cuidado y salud. El ritmo acelerado de las jornadas y la ocupación de quienes laboran o estudian ha provocado en muchas personas la subestimación de un buen descanso.
Aun así, se ha comprobado que un periodo de descanso efectivo no solo ayuda a las personas a sobrevivir, sino a ejercer con mayor productividad y creatividad sus actividades diarias.
El sueño es uno de los cinco factores de los que dependen el envejecimiento y el bienestar de las personas además de la alimentación, el estrés, la actividad física y las relaciones sociales y pese a su importancia la Asociación Americana de Desórdenes de Ansiedad (ADAA por sus siglas en inglés) ha determinado que el 70% de las personas han padecido problemas relacionados con la falta de sueño.
NO ES SOLO UNA CUESTIÓN PERSONAL
Si bien las personas deben cuidar por su salud, muchas veces las condiciones laborales impiden que sus trabajadores organicen un tiempo saludable de descanso. Según Sleep Clinic en su informe “Por qué un sueño saludable es bueno para las empresas”, el descanso se establece como un importante contribuyente a la salud y bienestar general, pero para algunas personas aún es un logro inalcanzable.
Factores relacionados con el empleo como el trabajo, los horarios, la carga de trabajo, las normas, el estrés y el maltrato interpersonal se pasan por alto en cuanto al impacto que tenga en la salud del sueño. La optimización del sueño social de base amplia no se producirá hasta que las empresas tomen en cuenta el enorme costo de oportunidad del sueño en las políticas laborales”, puntualiza.
Por otro lado, el documento explica que la privación del sueño, el insomnio y la mala calidad de este conducen a estados de ánimo y emociones negativas e inestables, así como baja satisfacción al desempeñar sus actividades.
Sleep Clinic propone los siguientes puntos a las empresas:
• Los administradores deben centrarse en la sostenibilidad humana, específicamente en la salud del sueño como una forma de mantener altos niveles de rendimiento y trabajo.
• Garantizar horarios de sueño amigables para los empleados; esto mejorará el sueño de los empleados y los resultados del trabajo y aumentará la probabilidad de atraer y retener a los mejores talentos.
• Los gerentes (especialmente los que trabajan en el contexto de 24 horas) deben buscar formas de mitigar los efectos nocivos de los horarios de trabajo no favorables al descanso cuando las exigencias de un entorno de trabajo impiden la optimización de los horarios de trabajo para dormir.
NO EXISTE UNA FORMA PERFECTA PARA CONCILIAR EL DESCANSO
La docuserie de Netflix “Guía Headspace para un buen dormir” detalla en su primer episodio que no existe una fórmula perfecta para conciliar el sueño. El material narra que el descanso depende de cada organismo, pues “más importante que contar horas, es escuchar a tu cuerpo y entender lo que necesita”.
Uno de los mitos más escuchados es que un sueño “efectivo” debe constar de ocho horas, pero este solo es un promedio, no una meta estricta. Según el documental, lo normal es que los adultos descansen entre 7 y 9 horas, pero esto varía dependiendo de la persona y puede cambiar a lo largo de la vida.
Lo más importante, según la guía es contar con un horario constante de descanso. Muchas personas al no encontrar un espacio para descansar acuden a la idea de “recuperar” el fin de semana las horas perdidas; sin embargo, mantener un descanso arrítmico puede causar efectos negativos en la salud.
Por el otro extremo, se identificó que exceder habitualmente las nueve horas de descanso se ha relacionado con diabetes, enfermedades cardiacas y otras patologías. Por tanto, la guía recomienda procurar un sueño con horas determinadas y constantes, independientemente si son ocho horas o un poco menos.
MEDITACIÓN Y MINDFULNESS
La guía de Headspace propone a la meditación y el mindfulness (“recordar” estar en el presente) como dos medidas efectivas para dormir mejor. “La meditación es perfecta para quien busca su sueño, pues nos ayuda a dejar ir la mentalidad rígida que nos impide conciliarlo”, describe.
Realizar esta actividad ayuda a las personas de tres maneras:
1. Obtener un sueño mucho más reparador y profundo, lo cual evitará despertar varias veces por la noche y la complicación de retomar el descanso. La meditación previa a dormir ayuda a tener una mente más receptiva al descanso y a alejarse de las preocupaciones del pasado o el futuro.
2. Dormir mejor causa un efecto positivo en el estado de ánimo de la persona. La meditación aporta al estado de ánimo y la relajación, causando un descanso reparador y “empezar el día con el pie derecho”. Al tomar el hábito de meditar se notarán los efectos.
3. Ayuda a la concentración. Muchas técnicas de meditación incluyen alejar las preocupaciones y centrarse en un punto, lugar o sensación concreta. También, dentro del mindfulness se trabaja la capacidad de observar los pensamientos como espectador, sin juzgarlos.
La ventaja de esta metodología es que actualmente existen aplicaciones gratis o de pago para meditar, así como videos de YouTube o incluso la serie documental ya mencionada.
A nivel de empresas el lograr que los trabajadores tengan un descanso rítmico y constante puede aportar a que las personas muestren una mejor actitud laboral, mejores relaciones interpersonales con el equipo, una mayor retentiva de la información, agilidad y mayor concentración en las actividades.
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