Diversos alimentos aportan vitamina D al cuerpo humano, aunque los expertos recomiendan una dieta balanceada, este suplemento se puede adquirir en forma de ampollas o pastillas. Foto: iprofesional.com

Existen una amplia gama de opciones terapéuticas para el tratamiento de la insuficiencia de Vitamina D. Sin embargo, el consumo indiscriminado de este suplemento también puede causar daños a la salud.

Luego de comprobar el creciente número de casos de insuficiencia y deficiencia de vitamina D en la región centroamericana, la comunidad médica enfatiza la necesidad de un adecuado diagnóstico y la correcta suplementación, de acuerdo con los niveles requeridos por cada paciente.

La falta de Vitamina D (entendida como deficiente en los casos más severos) puede afectar a niños, jóvenes y adultos. Sin embargo, hay grupos más propensos, como los adultos mayores, los de piel oscura, obesidad, osteoporosis, hipertiroidismo, enfermedades renales, enfermedades crónicas y todas aquellas personas con niveles bajos de esta vitamina.

Ante este escenario, los ginecólogos Edín Hidalgo y Carlos Armas impartieron recientemente una conferencia virtual para generar conciencia sobre esta problemática, dando a conocer cuáles son las opciones terapéuticas disponibles en el país para su tratamiento.

El salmón es uno de los alimentos que más vitamina D aporta. Foto: Facebook.

IMPORTANCIA

La Vitamina D, llamada también hormona D por sus múltiples funciones en el cuerpo, es esencial para absorber el calcio y juega un rol importante en varios sistemas. Se trata de un nutriente necesario para su correcto funcionamiento, así como contribuye a prevenir enfermedades como la osteoporosis y otras relacionadas con los huesos, sistema inmunológico y metabólico.

“Lamentablemente la ingesta de alimentos con contenido de Vitamina D no es la forma óptima para que las personas obtengan los niveles suficientes de esta hormona en el organismo. Por esto, una correcta alimentación no basta para tratar los casos de insuficiencia y deficiencia de Vitamina D, ya que la dieta solamente aporta el 10% o menos requerido por el organismo”, aseguró el ginecólogo Edín Hidalgo.

Los niveles mínimos de vitamina D se han determinado en un rango entre 30 y 39 ng/ml, mientras que los niveles óptimos deseables están entre 40 y 60 ng/ml. La insuficiencia y deficiencia de la vitamina D3 se debe tratar preferencialmente con suplementos de Vitamina D3 de altas dosis, buscando un incremento rápido, significativo y sostenido de los niveles de Vitamina D. Mientras que la dosis de 100,000 UI mensuales se ha posicionado como una opción importante para llegar a los niveles óptimos deseados.

“Las dosis necesarias de Vitamina D para cada persona están directamente relacionadas con su edad y los niveles de la vitamina en el cuerpo, con el objetivo de llegar o mantenerse en los niveles óptimos recomendados (entre 40 y 60 ng/ml). Asimismo, se toman en cuenta estilos de vida y condiciones de salud del paciente”, sostiene el ginecólogo Carlos Armas.



TODO EN EXCESO ES MALO

Una publicación del diario El País de España en abril de este año, advierte de que las sociedades científicas han pasado en unos meses de advertir sobre la deficiencia de vitamina D en la población, a más bien alertar sobre el abuso y uso indiscriminado de suplementos que se ofertan para corregir el déficit.

“Empujados por la Covid-19, estos productos, que se anuncian en tiendas y páginas de Internet como refuerzo del sistema inmunitario, se han convertido en un mercado mundial de US$ 1,100 millones y se prevé que crezca a un ritmo del 7%, hasta alcanzar los US$ 1,600 millones en el 2025”, según la predicción de Bussines Wire, citada por el diario.

Todas las asociaciones médicas advierten de los peligros del consumo indiscriminado, de la ausencia de pruebas diagnósticas de los niveles de vitamina D, de la falta de un indicador universal de concentraciones adecuadas y del riesgo de automedicación.

Los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés) lo confirman: “El consumo excesivo de vitamina D puede ser nocivo. Las concentraciones demasiado elevadas en la sangre (superiores a 150 ng/mL) pueden causar náuseas, vómitos, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida del apetito, deshidratación, micción y sed excesivas, cálculos renales, insuficiencia renal, arritmia y hasta la muerte”.

Alimentos ricos en vitamina D. Foto: Facebook/Coach nutricionista & Finnes

Vitamina D: más de la mitad de la población la necesita

• El 52% de la población mundial presenta suficiencia y deficiencia en niveles de Vitamina D.
• El encierro de las personas durante la pandemia ha agravado esta problemática, ya que hay menos exposición al sol, una fuente de Vitamina D.
• Los niveles adecuados de Vitamina D podrían ayudar a disminuir casos de gravedad en pacientes con Covid-19.
• Es necesario derribar el mito de la dieta y vitamina D. La alimentación solamente aporta hasta el 10 por ciento, o menos de lo requerido por el organismo.
Fuente: doctores Hidalgo y Armas.

Imagen ilustrativa. Capsulas vitamina D. Foto: La Hora.


 

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