En términos generales, la afasia es un problema médico causado por un daño en las áreas del cerebro responsables del lenguaje. Foto La Hora: Cortesía.

 

De qué hablamos

En términos generales, la afasia es un problema médico causado por un daño en las áreas del cerebro responsables del lenguaje. La mayoría de la gente tiene estas áreas, están del lado izquierdo del cerebro. Por lo general, la afasia ocurre de repente. También puede desarrollarse poco a poco, como en el caso de un tumor en el cerebro o una enfermedad neurológica progresiva. El trastorno principal tiene que ver con la comprensión de lo que dicen los demás, así como el habla. También afecta la lectura y escritura.

Su importancia

La mayoría de las personas que tienen afasia son adultos de mediana edad o mayores, pero cualquier persona puede tenerla, incluso los niños pequeños. Los hombres y las mujeres tienen la misma probabilidad de tener afasia. Si bien la afasia es relativamente común, la mayoría de las personas nunca han oído hablar de ella. Es más común que la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple y la parálisis cerebral, pero muchas personas nunca han oído hablar de ella. Si bien suele aparecer repentinamente, después de un accidente cerebrovascular o una lesión en la cabeza. Se suele hablar de una enfermedad neurológica, como la afasia progresiva primaria, un tipo de demencia frontotemporal que involucra la degeneración de los lóbulos frontales del cerebro

«La causa más común de afasia es el accidente cerebrovascular, que afecta el flujo de sangre al cerebro o provoca la ruptura de los vasos sanguíneos con sangrado en el cerebro», dicen los médicos y se afirma, que alrededor del 30 por ciento de las personas que sufren un derrame cerebral experimentan afasia”.

Las regiones típicamente dañadas en la afasia son el lóbulo frontal posterior izquierdo, incluida el área de Broca, que es responsable de la producción del habla; el lóbulo parietal inferior; y el lóbulo temporal, incluida el área de Wernicke, que es clave para comprender el lenguaje.

Qué sucede con este problema

Cuánto puede recuperarse una persona de la afasia depende de la extensión de ese daño. “El cerebro tiene sistemas de respaldo y, a veces, el tejido cercano o las regiones espejo en el lado derecho del cerebro pueden completar, al menos parcialmente, un proceso llamado neuroplasticidad, pero generalmente no son tan buenos como los sistemas primarios”, dicen los neurólogos. Entonces cuando hay un daño menor, esos sistemas de respaldo pueden hacer un trabajo increíble al volver a armar la función del lenguaje, pero si hay un daño masivo, es probable que las personas nunca recuperen por completo la capacidad lingüística que tenían antes.

Existen dos grandes categorías de afasia: fluente y no fluente. Dentro de estos grupos hay varios tipos.

El tipo más común de afasia fluente, la afasia de Wernicke, puede resultar de un daño al lóbulo temporal del cerebro. Las personas con afasia de Wernicke pueden hablar en oraciones largas y completas que no tienen sentido, añadiendo palabras innecesarias e incluso inventando palabras. Como resultado, a menudo es difícil seguir lo que la persona está tratando decir. Las personas con afasia de Wernicke a menudo no son conscientes de sus errores al hablar. Otra característica de este tipo de afasia es la dificultad para comprender el habla.

Áreas del cerebro afectadas por la afasia de Broca y Wernicke. Foto La Hora: Cortesía.

El tipo más común de afasia no fluente es la afasia de Broca. Las personas con la afasia de Broca tienen una lesión que afecta principalmente el lóbulo frontal del cerebro. Es común que las personas con afasia de Broca tengan debilidad o parálisis del brazo y la pierna derecha. Esto es porque el lóbulo frontal donde está la lesión también controla los movimientos del cuerpo. Aunque pueden entender lo que se les dice y saber lo que ellos quieren decir, muchas veces hablan con frases cortas, y eso lo logran con un gran esfuerzo. A menudo dejan de decir palabras cortas como “y”, “es” y “el” o “la”. Por lo general, las personas con afasia de Broca comprenden bastante bien lo que dicen los demás. Por eso, a menudo se dan cuenta de sus dificultades y se pueden frustrar fácilmente.

Otro tipo de afasia no fluente es la afasia global. Es causada por daño a grandes porciones de las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje. Las personas con la afasia global tienen gran dificultad para comunicarse, por lo que su habla y compresión del lenguaje pueden ser extremadamente limitados. Es posible que ni siquiera puedan decir unas pocas palabras o repitan las mismas palabras o frases una y otra vez. Pueden tener problemas incluso para entender palabras y oraciones sencillas.

Existen otros tipos de la afasia. Cada uno es causado por daños a diferentes partes del cerebro relacionadas con el lenguaje. A algunas personas les es difícil repetir palabras y oraciones, aunque pueden entender su significado, y pueden hablar con fluidez (afasia de conducción). A otras personas les es difícil nombrar objetos, aunque saben qué es el objeto y para qué se puede usar (afasia anómica).

A veces, el flujo de sangre al cerebro se interrumpe temporalmente, pero se recupera rápidamente. Cuando se produce este tipo de lesión, que se llama un ataque isquémico transitorio, las habilidades del lenguaje pueden volver en unas pocas horas o días.

Diagnóstico de la afasia

Lo más común es que las personas más cercanas al posible afásico se den cuenta de cambios en lenguaje o de entendimiento de palabras por una persona, pero es el médico por lo general el que primero detecta en una persona con lesión en el cerebro que tiene afasia. A la mayoría de las personas les harán una resonancia magnética o tomografía computarizada, para confirmar la lesión en el cerebro y conocer su ubicación exacta. Por lo general, el médico especialista en neurología, también evalúa la capacidad de comprender y producir el lenguaje, haciendo pruebas para ver cómo la persona sigue órdenes, contesta preguntas, nombra objetos y mantiene una conversación.

Terapia del lenguaje

El primer paso tras un diagnóstico de afasia es la logopedia. la disciplina que se ocupa del estudio, prevención, detección, evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana. Para evaluar el deterioro, los terapeutas del habla utilizan un conjunto de pruebas estandarizadas en cuatro dominios principales de comunicación: comprensión del habla, producción del habla, lectura y escritura. Luego desarrollan un plan de terapia basado en las necesidades de cada persona. La recuperación de palabras es un tipo común de terapia para la afasia. Los expertos dicen que hacen que las personas trabajen para indicar la función del objeto que están tratando de nombrar, o su ubicación, u otras palabras asociadas, o diciendo aspectos del objeto, como su color o tamaño, para ayudar a hacer conexiones para que eventualmente puedan acceder a la palabra.

El enfoque de la terapia está en la comunicación cotidiana. Por supuesto, todos los que tienen afasia quieren volver a hablar bien. Pero más específicamente, tienen rutinas diarias -en el trabajo, en el hogar y en los lugares donde se reúnen, como la iglesia o las organizaciones deportivas- con vocabularios específicos que usan para esas actividades. Descubrimos cuáles son las necesidades de las personas y las conectamos con la práctica funcional”.

Las sesiones en persona se pueden complementar con la práctica en el hogar con actividades como llevar un diario, leer el periódico, responder el correo, jugar a las cartas o juegos de mesa, o jugar juegos basados en aplicaciones específicas para la afasia. Y la terapia de grupo puede ser útil. “Hacer conexiones con otras personas con afasia puede ser muy beneficioso para la recuperación del lenguaje y para el estado de ánimo y la calidad de vida, dicen varios expertos. También hay muchos clubs de lectura para personas con afasia, que son excelentes. La gente puede leer libros que son un poco más simples o más familiares y luego discutirlos.

Estimulación cerebral algo novedoso

Los investigadores están cada vez más interesados en la estimulación cerebral no invasiva combinada con la terapia del habla. Dos de estas técnicas, la estimulación magnética transcraneal (TMS) y la estimulación de corriente continua transcraneal (tDCS), alteran temporalmente la actividad cerebral normal en la región que se estimula. Algunos ensayos han mostrado algún beneficio modesto con estas técnicas, pero aún no son estándar.

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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