El cáncer de vejiga

El cáncer de vejiga es un cáncer dejado a la deriva en nuestro medio. Hay varias causas que lo propician, especialmente se habla de la exposición a ciertos químicos, pero el tabaquismo es la causa de la mitad de los casos. Pero también se atribuye a químicos y lugares de trabajo como caucho, cuero, textiles y pinturas incluso a un parásito llamado esquistosoma se le asocia con él. Se reporta que lo padecen más los hombres que las mujeres en relación 2:1. Tiene alta mortalidad desgraciadamente debido a los diagnósticos tardíos que se hacen, pero puede haber otras explicaciones. Los medicamentos anticancerosos de la década de 1970 todavía se usan, a pesar de que los nuevos tratamientos de inmunoterapia efectivos han estado disponibles desde hace un par de años, pero se usan con moderación y hasta ahora solo para el cáncer generalizado.

En todas partes del mundo uno se encuentra con lo mismo. Muchos de los que luego lo tuvieron, cuando buscaron atención, testifican que primero les dijeron que tenían una infección del tracto urinario. Los síntomas son similares, puede ser tanto una infección del tracto urinario como un cáncer de vejiga. El 75% de las personas con cáncer de vejiga tienen sangre visible en la orina como primer síntoma. A veces solo viene una vez y luego regresa después de un tiempo. Es importante estar atento y buscar tratamiento de inmediato, más cuando se es persona de más de 50 años. En general, cualquier persona que tenga sangre en la orina, incluso si es ligeramente rosada o se ve solo una vez, debe ser investigada. Desafortunadamente, muchos urólogos creen que uno de cada tres tiene cáncer de vejiga.

Novedoso para diabéticos

A principios de año, la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) publicó nuevas pautas de tratamiento. La metformina se minimiza en favor de los agonistas del receptor de GLP-1 y los inhibidores de SGLT2.

Pero, ¿cómo deberían implementarse en el cuidado de la salud?

Estos medicamentos deben ser ampliamente utilizados para pacientes con enfermedades del corazón. Recordemos que las personas con diabetes tipo 2 especialmente tienen un riesgo mucho mayor de enfermedad cardiovascular. Varios estudios muestran que los fármacos agonistas del receptor de GLP-1 y los inhibidores de SGLT2 reducen significativamente el riesgo.

Pero estos dos productos no son los mismos, ni actúan igual. Existen diferencias entre los agonistas del receptor de GLP-1 y los inhibidores de SGLT2: Tienen diferentes perfiles y los médicos deben intentar pensar en sus diferentes mecanismos de acción y utilizar el tratamiento adecuado para el paciente adecuado, así que no hay que presionar ni debe presionarse el médico. En diabetes tipo 2 temprana sin complicaciones, por ejemplo, la ADA recomienda los agonistas del receptor GLP-1. En el caso de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, se recomiendan los agonistas del receptor GLP-1 o los inhibidores del SGLT-2 y en el caso de la insuficiencia cardiaca se recomiendan los inhibidores del SGLT2.

¿Y QUE CON LA METFORMINA?

Es un medicamento que existe desde hace muchos años pero que no está tan bien estudiado en términos de efectos clínicos. Las nuevas directrices minimizan la importancia de la metformina en términos de efectos sobre las enfermedades cardiovasculares. El problema es que los estudios tienen 30 años y son bastante pequeños. Los buenos efectos de la metformina sobre la supervivencia y los ataques cardíacos, solo se han demostrado en pacientes obesos y no existen grandes estudios que demuestren que se reduce el riesgo de muerte cardíaca o que la metformina reduce el riesgo de insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular, dice la recomendación.

Desde el punto de vista de la cardiología, es importante aprovechar la oportunidad para introducir de forma temprana los nuevos fármacos que en los estudios han producido realmente un efecto sobre la enfermedad cardiovascular. Todavía son muy pocos los que reciben alguno de estos modernos medicamentos para la diabetes.

La diabetes tipo 2 es una enfermedad compleja en la que, después de muchos años de enfermedad, no siempre logramos superarla por completo. La visión sigue siendo que los pacientes deberían tener la menor cantidad posible de complicaciones de su diabetes y la menor cantidad posible de efectos secundarios de su medicación y evolución de la enfermedad.

Esos derrames de cabeza

Datos sobre el accidente cerebrovascular (ACV)

  • El accidente cerebrovascular es la falta de oxígeno en el cerebro. La falta de oxígeno está provocada por un coágulo de sangre en uno de los vasos del cerebro (infarto cerebral) o por la rotura de un vaso sanguíneo (hemorragia cerebral).

  • Los síntomas comunes son repentinos: parálisis y pérdida de sensibilidad en un lado del cuerpo, dificultades en el habla y pérdida del campo de visión. Mareos, dolor de cabeza, náuseas y vómitos son otros síntomas. Casi la mitad de los afectados tienen dificultad para tragar en la etapa aguda.

  • Aproximadamente el 85% de todos los casos de ictus son infartos cerebrales y el resto son hemorragias cerebrales. Los nuevos tratamientos preventivos han llevado a que menos personas sufran el llamado accidente cerebrovascular isquémico, el tipo más común de accidente cerebrovascular.

Los casos de accidentes cerebrovasculares (ACV) están siempre presentes y la proporción afectada por el trastorno del lenguaje después de la enfermedad sigue siendo alta. El sistema nacional de salud debería preocuparse por montar la prevención y debe hacerlo ya que al mismo tiempo que se ha dado la reducción de la mortalidad y el envejecimiento de la población, ha hecho que aumente el número de pacientes con ACV y es probable que las personas que viven con las consecuencias a largo plazo aumenten. Los estudios en distintas partes del mundo han demostrado que el 30 por ciento de los que tienen un accidente cerebrovascular isquémico sufren de afasia.

Afasia significa dificultad para hablar, escribir, leer o problemas para entender lo que dicen los demás. Los que desarrollan afasia en los estudios fueron generalmente pacientes que sufrieron formas más graves de accidente cerebrovascular, eran mayores y pasaron más tiempo en el hospital. Los resultados de estudios muestran que es importante comprobar las habilidades lingüísticas de los pacientes, para que aquellos con afasia puedan detectarse y recibir el mejor tratamiento posible.

Además, la rehabilitación de los pacientes con ACV que sufren de afasia suele ser peor que la de otros. Tener afasia afecta muy negativamente a la calidad de vida. El riesgo de depresión es alto y puede ser difícil volver a trabajar.

Cosas que puede hacer usted para atender esas tres causas

  • Lleve un registro de su presión arterial

  • Consuma alimentos saludables para el corazón

  • Los cereales integrales pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y también ayudan a mantener el peso

  • Reduzca el consumo de sal: comer menos sal es parte del consejo dietético. Recuerde que la mayor parte de la sal está escondida en alimentos como el pan, el queso, los embutidos, los alimentos preparados como las sopas, las salsas y los platos preparados.

  • Deje de fumar: en general, fumar tabaco es el principal factor de riesgo de enfermedades de los pulmones, el corazón y los vasos sanguíneos. No hay nada que produzca un efecto tan rápido y positivo en la salud como dejar de fumar.

  • Actividad física: Sin sudor y duros entrenamientos en el gimnasio para proteger el corazón, un agradable paseo de 30 minutos al día es mejor que nada. La actividad física afecta a todos los factores de riesgo subyacentes de las enfermedades cardiovasculares en una dirección positiva.

 

Alfonso Mata
Médico y cirujano, con estudios de maestría en salud publica en Harvard University y de Nutrición y metabolismo en Instituto Nacional de la Nutrición “Salvador Zubirán” México. Docente en universidad: Mesoamericana, Rafael Landívar y profesor invitado en México y Costa Rica. Asesoría en Salud y Nutrición en: Guatemala, México, El Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica. Investigador asociado en INCAP, Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubiran y CONRED. Autor de varios artículos y publicaciones relacionadas con el tema de salud y nutrición.
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