Un alto tribunal de la Unión Europea rechazó la apelación de Google a una multa de 2,400 millones de euros (2,800 millones de dólares) impuesta por los reguladores, que hallaron que el gigante tecnológico abusó de su masivo alcance en internet para dar una ventaja ilegal a sus propias recomendaciones de compra en sus resultados de búsqueda.
La Comisión Europea, que controla la competencia en el bloque de 27 naciones, sancionó a Google en 2017 por favorecer de forma injusta a su propio servicio de compras sobre sus competidores. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que «desestima en gran medida» el recurso de Google contra esta sanción antimonopolio y ratificó la multa.
«El Tribunal dictamina así que, en realidad, Google favorece su propios servicio de comparación de compras ante servicios competidores, en lugar de ofrecer el mejor resultado sobre los demás», afirmó el tribunal en un comunicado.
Google alegó que en 2017 realizó cambios para cumplir con la decisión de la Comisión Europea.
«Nuestro enfoque ha funcionado con éxito durante más de tres años, generando miles de millones de clics para más de 700 servicios de comparación de precios», afirmó el grupo en un comunicado.
La multa forma parte de un esfuerzo de los reguladores comunitarios por mermar el enorme peso del gigante de internet en el continente. A esta sanción le siguieron otras dos, también antimonopolio, impuestas por la Comisión, con un importe total de 8,250 millones de euros (9,500 millones de dólares) que también están recurridas.
La investigación de la UE halló que Google dirigió injustamente a sus usuarios a su servicio de comparación de precios, Google Shopping, en detrimento de sus rivales. Los reguladores comunitarios pidieron un cambio en la forma en la que ofrece los resultados de las búsquedas en Europa.