Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

post author

Esta semana los medios de comunicación dieron a conocer la pérdida de vidas de guatemaltecos que no encontrando cómo solucionar sus problemas decidieron ponerle fin a su existencia, para acabar de una vez con todo. Y quizás sí, para ellos fue el fin de todos sus problemas y angustias, sentimentales, económicas… pero su familia y amigos vivirán con el estigma. Con la idea que de “algo pudimos haber hecho” En lo que quizás estas personas nunca pensaron.

Y si lo consideraron peor aún, que pesó más su dolor que el que pudieran infringir con su decisión a sus seres queridos.
Vivimos tiempos difíciles, el Covid 19 continúa presente entre nosotros, lo que de alguna manera nos limita el contacto físico. Los empleos se recuperan muy lentamente, y aunque el Presidente invite a vacunarse, los centros de vacunación niegan la atención, por falta de vacunas, por fumigación, “se acabaron los números” o porque “tenemos fallas en el sistema”.

Se nos acumula el cansancio del encierro y prohibiciones, “la época de vacas flacas avanza” y aunque estemos conteniendo el gasto los recursos empiezan a escasear y las deudas a abundar.
Y es aquí donde empezamos a hablar de tomar decisiones, decisiones correctas y conscientes que podamos sostener en el tiempo y que nos resulten beneficiosas.

Para ello es preciso definir bien las opciones, claras y concretas con alternativas realistas, para ello debemos aprender a desarrollar las habilidades necesarias para saber elegir desde una posición adecuada, razonable, creando las situaciones para que el riesgo de fracasar sean relativamente pequeñas y para que las de acertar se agranden.

Y ante ello conocer nuestras fortalezas y debilidades se convierte en algo muy importante, para luego concretar las opciones ante las cuales debes posicionarte y tomar una decisión. Será necesario estar conscientes que debemos asumir un cierto grado de incertidumbre, no creer que lo sabemos todo y lo podemos todo. Porque la incertidumbre siempre estará presente.
Analiza tu capacidad de aprender que te abrirá oportunidades de éxito porque si te preparas adecuadamente para afrontar un reto llevarás un trecho ganado.

Muy importante es que tu estado emocional esté lo más claro y abierto posible para permitirte tomar la mejor decisión sin influencia de tus emociones, Pero no te tomes demasiado tiempo por miedo al fracaso, porque entonces ya estarás decidiendo sin darte cuenta.
Situaciones simples de las que nunca nos hablaron incluso en algunos casos no nos enseñaron ni nos permitieron tomar decisiones hasta que teníamos que tomarlas porque ya éramos mayores, y por supuesto las equivocaciones llegaron.
Así que le invito a recoger su experiencia y trasladarla a las nuevas generaciones, ayudándoles a ser más asertivos y comprometidos con las decisiones de su vida.

Artículo anteriorActividad: “Bicitour de Oso a Oso”
Artículo siguienteLas cadenas humanas