Fernando Mollinedo C.
EN TODOS LOS PAÍSES DEL MUNDO siempre habrá insatisfacción de algunos sectores de la población, ya sea la mayoría del pueblo o los grupúsculos denominados partidos políticos que están en la llanura ejerciendo una oposición a las políticas, legales, administrativas que realizan los gobernantes de turno.
Los “gobernantes de turno” son las personas que trabajan como funcionarios y empleados del Estado, quienes toman decisiones que afectan directa o indirectamente a la población en los diferentes aspectos de la vida diaria.
El hacer gobierno, es decir, tomar decisiones, es la facultad que legalmente se le otorgó por medio del voto a un grupo político; éstos, ya en el ejercicio del poder despiden a los empleados y funcionarios afines al gobierno anterior y emplean, nombran y contratan a sus amigos, amantes, correligionarios, familiares y financistas de sus campañas electorales.
Las normas tácitas internacionales para desempeñar cargos en la administración pública en cualquier país requieren en primer lugar de la CAPACIDAD técnica y administrativa para desempeñar los puestos de trabajo, valorando su conocimiento y experiencia en la disciplina que se trate; además, de los VALORES MORALES Y ÉTICOS que garanticen el buen funcionamiento y aplicación correcta de los presupuestos que deban ejecutar.
Los gobernantes al ejercer una cuota de poder, ordenan la realización de planes, programas y diversas actividades que supuestamente beneficiarán a la población; sin embargo, de común acuerdo con empresas privadas o consorcios firman contratos para exigir exacciones ilegales “mordidas” por la adjudicación, concesión de usufructos, licencias de exploración y explotación de hidrocarburos, minería, licencias de construcción o líneas de transporte y otras actividades que requieren de la autorización gubernamental o municipal.
Vemos en los noticieros televisivos e internet ese tipo de actividades de corrupción en países europeos, asiáticos y latinoamericanos; es decir, que es un problema a nivel mundial; para Guatemala, es un deshonor ocupar el puesto número 5 de los países más corruptos de Latinoamérica debido a la inmoralidad de muchos de sus funcionarios, debido a ello, también ocupa el primer lugar en el mundo con enfermos renales y analfabetos funcionales.
En educación y tecnología también hay atraso, de qué sirve tener aparatos con tecnología de punta si los funcionarios y empleados siempre actúan, reaccionan, planifican y resuelven con la mentalidad abyecta y anquilosada de saquear las arcas del Estado, es decir, robarse el dinero que está destinado a satisfacer necesidades sociales.
Las recepcionistas de oficinas estatales usualmente dicen: “Venga dentro de ocho días” “regresé en dos semanas” “el jefe está en reunión” “pida audiencia por escrito o por correo electrónico” y se dan el lujo de calificar los documentos que se presentan para su trámite llegando al extremo de rechazarlos cuando su función es sólo recibirlos y cursarlos a donde corresponda. Al usuario, incluso en la iniciativa privada, se le ve como un indigente a quien hay que darle un servicio como que si fuera limosna.