Samuel Flores
Hoy se cumplen 21 años del asesinato del periodista Roberto Martínez cuando daba cobertura al saqueo de comercios y disturbios ocasionados por el incremento a la tarifa del pasaje urbano. Recibió un impacto de perdigón de escopeta cuando varios agentes de una policía particular dispararon contra un grupo de manifestantes. Los autores del ataque armado fueron capturados y consignados a tribunales. Cubrió una de las crisis más grandes del transporte urbano ocurridas en la capital, lo cual desencadenó en protestas que dejaron cinco muertos, incluido Martínez, de 36 años, reportero gráfico de Prensa Libre.
En esa época, su servidor desempeñaba el cargo de coeditor de Fotografía. A las 12:00 horas, encontré a Roberto frente al Mercado Sur 2, más conocido como “La Placita”, y me entregó 10 rollos de película con fotografías históricas de la confrontación entre policías y la turba, saqueos, agresiones, asaltos, destrucción, suficientes para llenar las ediciones impresas de los periódicos de ese día.
Sin imaginarlo, 15 minutos después me enteré por la radio de que Roberto había recibido varios impactos de perdigón –uno en la frente-, a inmediaciones de la 7ª. Avenida y 19 calle de la zona 1, y agonizante fue trasladado a la Sala de Urgencias del hospital General San Juan de Dios.
La decisión del alcalde Fritz García de liberar la tarifa (de buses rojos Q0.75 a Q1.00, y la preferencial de Q1.10 a Q1.50) generó una convulsión social que evidenció la incapacidad de la Municipalidad y del Gobierno de contener una de las mayores crisis sociales que ha vivido Guatemala.
Desde el lunes 24, hasta el jueves 27 de abril 2000, se registró una serie de protestas ciudadanas que culminó con la “quema de autobuses”. Una turba de delincuentes se apoderó de las calles y provocaron actos de vandalismo que rebasaron la capacidad de la PNC la crisis.
Los responsables de esa convulsión social fueron: el ex alcalde Fritz García-Gallont, (PAN), quien en forma irresponsable autorizó el incremento a la tarifa del transporte; y en segundo lugar; el ex vice presidente Francisco Reyes López, (FRG), quien –en su calidad de presidente en funciones-, fue incapaz de intervenir para que fuera restablecido el subsidio a los transportistas. La pugna entre el FRG y el PAN, (liderado por el ex presidente Álvaro Arzú), enlutó al gremio periodístico y conmocionó a la sociedad.
Un tercer actor en esta tragedia fueron los transportistas quienes en desmedida ambición por enriquecerse incrementaron la tarifa originando caos, tal como ocurre en la actualidad. Con un pésimo servicio, unidades sobrecargadas, inseguridad que afrontan los usuarios principalmente en las “horas pico”. Abuso de conductores y ayudantes denominados “brochas”, unidades deterioradas convertidas en “chatarra”, son el común denominador del servicio de transporte urbano.
Roberto fue ejemplo de la vocación por el Periodismo y la Fotografía. Disfrutaba su trabajo, siempre destacó por realizar la mejor cobertura fotográfica, producía la “mejor foto”, informativa, impactante, noticiosa y a raíz de su experiencia periódicos como siglo Veintiuno, Prensa Libre, la agencia AP, siempre contaron con sus excelentes imágenes noticiosas.