Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

El siglo pasado  disfrutamos   historias de don Chevo, y  cuentos de  huitecos.  Luego  nace Mafalda, el dr. Merengue,  Justo y Franco,  en nuestros periódicos apareció el muñequito de Diario El Imparcial, hasta llegar a nuestros días  con Frijol y Tortilla.   En el siglo XXI los memes. Infinidad  circulan a diario en  redes sociales. Podemos reírnos,  encontrarles el mensaje social y/o político o llorar por la crudeza de nuestra realidad  mostrada en imágenes.

Parte de nuestra cultura, reírnos, hacer chiste del dolor para no llorar. Escuché que los mejores chistes se contaban en los velorios. Y el nombre fue tomado por un  personaje de la farándula guatemalteca.

Recuerdo escuchar y  repetir en alguna ocasión que tal o cual era “pilas” porque se portaba abusivo, se colaba en la fila, recibía lo que no era para él, conseguía con sobornos el mejor  puesto, sacaba buenas notas porque copiaba al vecino, llegaba tarde al trabajo y el jefe nunca se daba cuenta…

Entonces entendimos que eso también es parte de nuestra cultura.

Y ejemplos de sobran…

Todos deben usar mascarilla dijo el presidente Giammattei. Salga a la puerta de su casa y cuente.  Y dicen que solo una persona ha sido  arrestada por no usarla.

Más de un mes trabajó una comisión para elaborar un calendario de vacunación contra el Covid-19. ¿Y, a quién le importa?  Si la fase 1: vacuna para personal de salud no ha concluido, pero ya tenemos  más de un alcalde vacunado, familiares de funcionarios, adultos mayores llevados a los puestos de vacunación y hasta extranjeros.

Los padres exigen la vuelta a clases presenciales, parece que ya los hijos les cansaron y de clases, pues para eso está la maestra. Parece que no importa el contagio.

El presidente dijo que no habrían procesiones durante Semana Santa, pero aún se pueden ver los videos de las mismas dentro y fuera de las iglesias.  Alfombras en los atrios y calles de las iglesias, rezos, baile del Judas y todo lo demás estuvo presente. Los periódicos y la televisión nos dieron  imágenes de personas en playas y balnearios, como lo hizo el conteo de vehículos que pasó por la Autopista Puerto Quetzal. Conteo que se empieza a reflejar en el número de contagiados.  Y sigue.

Ayer los policías esperaron sentaditos en los tribunales que llegaran los señores, “no delincuentes,”  según dijo el abogado  García Gudiel,  acusados de blanqueamiento de capitales,  y quiebra fraudulenta  y allí cayeron: el conocido abogado y los banqueros  González Castillo, que se portaron pilas y  robaron a más de  3 mil personas  que perdieron sus ahorros y algunos hasta la vida.  Y así uno salió libre al pagar una multa conmutable por 8 años de prisión. NO dice que devolvió el dinero.   Y el otro fue beneficiado con arresto domiciliar por el riesgo de contagiarse de Covid-19.  ¿Y entonces, no tenemos justicia o son muy pilas?

Quizás sea el momento de reflexionar y cambiar las prácticas culturales que nos llevan a abusar del otro y hasta retar a la muerte. Porque parece que el que no gana arrebata y lo peor  lo permitimos.

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