Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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Una de las preguntas puntuales que hizo Kamala Harris a sus asesores sobre el tema de la migración que llega del Triángulo Norte fue el del papel de las instituciones en el combate de la corrupción como uno de los factores que impiden invertir sostenidamente para mejorar las condiciones de vida aquí y evitar, de esa manera, que la gente tenga que emigrar. Por ello es importante destacar que el enviado especial Ricardo Zúñiga tuvo reuniones con actores clave dentro del sistema de justicia, destacando entre ellos el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, Juan Francisco Sandoval, así como la presidenta de la CC, Gloria Porras.

Antes había habido una reunión en la que participó específicamente el Secretario de Asuntos Internacionales y de Cooperación del Ministerio Público, Ángel Pineda, quien llegó a relatar los “logros” de la Fiscal General Consuelo Porras pero fue evidente y muy notoria la ausencia de la titular de esa dependencia, lo cual constituye un claro mensaje respecto a la visión que se tiene en Estados Unidos del papel que está jugando esa importantísima institución en el necesario combate a la corrupción. Se sabe que, como lo hemos publicado nosotros, existe una serie de procesos derivados tanto de denuncias como de “investigaciones de oficio” que se entrampan en algunas fiscalías que parecen haber sido las escogidas por la jefa del Ministerio Público como las encargadas de engavetar todo aquello que no quiere que avance.

Las reuniones que Zúñiga tuvo con algunas personalidades del sector justicia son mucho más que una oportunidad para tomar una foto. Fueron realmente mensajes claros y contundentes respecto a la necesidad de que se asegure la vigencia del imperio de la ley mediante el buen funcionamiento de instituciones que puedan sacudirse de las presiones que ejercen quienes tienen el control de todos los mecanismos de corrupción que abundan en el país. Fueron cuidadosamente seleccionados los que aparecieron en las fotos con el enviado especial de Washington, y de la misma manera fueron cuidadosamente seleccionados aquellos que no fueron invitados ni siquiera a las reuniones más formales en donde participaron delegados de variadas instituciones. Y por supuesto que el Ministerio Público tuvo un espacio para participar explicando lo que se supone que hace, pero lo notorio y que implica un muy claro y profundo mensaje fue que la Fiscal General no fue la invitada a hacer la exposición sino que tuvo que llegar en su lugar el Secretario de Asuntos Internacionales y de Cooperación de la dependencia.

En el mundo diplomático se utiliza un lenguaje muy peculiar y generalmente los actos dicen más que las palabras. Consuelo Porras ha presumido del “sólido apoyo” que ella tiene de los Estados Unidos y se vanagloria de su buena relación con la Embajada, pero si todo ello fuera realmente cierto, ella hubiera ocupado uno de esos lugares especiales que se dedicaron a quienes en realidad están haciendo algún trabajo serio e importante para el combate de la corrupción en el país.

Al entendido por señas y obviamente Zúñiga no vino a dar palos de ciego.

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