Más de 236.000 personas mueren anualmente por ahogamiento. Foto La Hora/PNC. Foto La Hora/Cortesía

Los reportes de la concurrencia en algunas playas del país, el día de ayer, son un muy mal presagio de lo que se podrá dar durante la Semana Santa, porque es absolutamente imposible que las autoridades locales puedan hacer cumplir los aforos que cándidamente estableció el Ministerio de Salud. Y ello ocurre en las vísperas de los días de descanso oficial durante la Semana Mayor, lo que nos indica que cuando se lleguen a dar esos días, el descontrol va a provocar un auténtico desmadre y todos debemos entender las gravísimas consecuencias que ello puede tener de cara a la pandemia.

Hace un año, para la Semana Santa del 2020, los guatemaltecos sufrimos, como en casi todo el mundo, un encierro forzado que la gente supo llevar con estoicismo y gracias a ello no se llegó a producir el nivel de contagios que pudo haber causado muchas muertes por la saturación de nuestro pobre Sistema de Salud. Pero esta vez el panorama cambia radicalmente porque al no haber encierro muchos piensan en la “necesidad” de salir para reponerse de los 12 meses de pandemia que afectaron la vida cotidiana.

Es imposible, como se vio ayer, que la multitud esté en la playa con distanciamiento social y usando mascarilla, no digamos lavándose rigurosamente con jabón las manos. Algunos videos que se pueden ver en las redes sociales demuestran que es un verdadero deschongue, como decimos en buen chapín, y que la gente se la está pasando muy bien en medio de esa aglomeración. Cierto es que al aire libre los riesgos de contagio disminuyen, pero no cuando la gente está tan aglomerada que termina respirando, por fuerza, en la cara de otros parroquianos.

El Sistema de Salud sigue siendo igual de inútil que siempre y no se nos olvide que las promesas de un notable incremento de la capacidad de atención con muchas más camas quedó como las promesas de disolver la SAAS y el Parlacén. Guatemala sigue siendo uno de los países con menos camas de hospital por habitante, incluyendo en la oferta el sistema privado de salud, y eso nos coloca en posición de verdad vulnerable y mucha gente puede sufrir serias complicaciones si llega a contagiarse.

Un llamado a la conciencia de los padres de familia para que se tomen todas las precauciones y eviten aglomeraciones es importante ahora, porque no existe mecanismo para contener los contagios que vendrán por no tener la suficiente comprensión de lo grave de las condiciones que se nos presentan.

Redacción La Hora

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