Amy Goodman y Denis Moynihan
La aprobación de la llamada “Ley del Plan de Rescate Estadounidense de 2021” no solo es una victoria significativa para el presidente Joe Biden y para la ajustada mayoría demócrata del Congreso. El paquete de ayuda financiera por el coronavirus de 1,9 billones de dólares incluye, entre otras medidas, los tan prometidos pagos directos de 1.400 dólares para la mayoría de la población estadounidense, una extensión de la prestación federal suplementaria por desempleo de 300 dólares por semana, y miles de millones de dólares para apoyar a los Gobiernos estatales y tribales que se encuentran en dificultades. También hay cambios en el Crédito Tributario por Hijos, que, a primera vista, podría parecer solo una modificación más de nuestro inmensamente complejo código tributario. De hecho, el espíritu del lenguaje introducido entre las páginas 359 y 379 del proyecto de ley de 628 páginas establece un cambio profundo en la forma en que, como sociedad, enfrentamos la pobreza. Este cambio se asemeja a la creación del sistema de Seguridad Social en la época del New Deal, que fue fundamental para ayudar a las personas de edad avanzada después de la Gran Depresión.
Se espera que esta mejora temporal de las condiciones del Crédito Tributario por Hijos reduzca a la mitad el número de menores que viven en la pobreza en Estados Unidos y que ayude especialmente a la población infantil de las comunidades de color. El Centro de Estudios sobre Pobreza y Políticas Sociales de la Universidad de Columbia estima que la Ley del Plan de Rescate Estadounidense sacará de la pobreza a casi 14 millones de estadounidenses, incluidos 5,7 millones de menores. Esta iniciativa contra la pobreza, que aumenta los pagos en efectivo a las familias pobres sin ningún tipo de condiciones, aunque es solo temporal, indica una apuesta por una democracia con un mayor énfasis en lo social, al estilo de las democracias europeas. Todo el dolor y las muertes que se sufrieron durante el primer año de la pandemia podrían dar paso a un renovado sentido de lucha compartida.
Stephanie Kelton, profesora de Economía y Políticas Públicas en la Universidad de Stony Brook y exasesora del senador Bernie Sanders, expresó en una entrevista con Democracy Now!: “Esta ley va a cambiar por completo la vida de decenas de millones de personas en este país. Por primera vez en sus vidas, muchas personas van a ver de un momento a otro más dinero que nunca en sus cuentas bancarias. Podrán pagar todas sus facturas, en lugar de resolver cuál posponer este mes y cómo intentar ponerse al día más tarde”.
Según lo establecido en la ampliación del Crédito Tributario por Hijos las familias recibirán un reembolso anual de 3.600 dólares por cada hijo menor de seis años y de 3 mil dólares por cada hijo de entre 6 y 17 años de edad, lo que representa un aumento en relación con el monto actual del beneficio, que se encuentra en 2.000 dólares por hijo. Es importante destacar que este nuevo beneficio ha sido definido como “reembolsable en su totalidad” de manera universal. De acuerdo a las disposiciones que rigen los créditos fiscales tradicionales, el beneficio completo solo está disponible para las familias que deben pagar en impuestos sobre la renta un monto que es como mínimo igual al del crédito, por lo que solo los contribuyentes más ricos pueden acceder al monto total reembolsable. Ahora, todos los contribuyentes que estén por debajo del umbral de ingresos obtendrán el crédito completo en forma de pagos directos del Estado. No tendrán que esperar a la devolución anual de impuestos, en algún momento de 2022, como ha sido la práctica hasta ahora. En cambio, el proyecto de ley dispone que el Departamento del Tesoro deba realizar pagos periódicos del reembolso directamente a los beneficiarios, a partir de julio. Por lo tanto, los padres y tutores elegibles obtendrán el dinero directamente en su bolsillo para gastarlo como mejor les parezca.
La profesora Kelton agregó: “Muchos países tienen programas como este. Tienen un beneficio por hijo y brindan un apoyo mensual a familias con ciertos niveles de ingresos. Enviar pagos directos a familias con hijos les permite a los padres cubrir los gastos de los hijos, que son, por supuesto, increíblemente altos en este país”.
El paquete de ayuda económica por el coronavirus se aprobó sin un solo voto republicano. En comparación, la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés), que estableció un paquete de rescate de 2 billones de dólares y fue aprobada hace apenas un año atrás, cuando la pandemia causaba estragos en el país, recibió el apoyo unánime tanto de demócratas como de republicanos en el Senado. En esa ocasión, el consenso bipartidista en la Cámara de Representantes fue tan completo que se prescindió de la votación nominal.
La Ley del Plan de Rescate Estadounidense, que cuenta con el apoyo de la enorme mayoría de la población, de todo el espectro político, pudo ser aprobada por el Senado mediante el uso del llamado “procedimiento de reconciliación”. Este intrincado mecanismo permite que los proyectos de ley relacionados con el presupuesto se aprueben por mayoría simple, en lugar de los 60 votos en 100 que requiere el procedimiento habitual. Muchos republicanos, a pesar de su ruidosa oposición al proyecto de ley, ahora se están atribuyendo el mérito de sus muchos beneficios. Después de la aprobación de la iniciativa de ley, el senador republicano del estado de Misisipi Roger Wicker publicó en Twitter: “Estos fondos garantizarán que las pequeñas empresas puedan sobrevivir a la pandemia, ya que las ayudará a adaptar sus operaciones y mantener a sus empleados en la nómina”. El senador Wicker votó en contra del proyecto de ley.
La pobreza infantil puede tener efectos devastadores a largo plazo en la vida de los menores que la sufren. Las situaciones de pobreza hacen que sea difícil para esos niños y niñas obtener una nutrición adecuada y un buen estado de salud, acceder a la educación, vivir en un entorno seguro y hasta incluso jugar, una actividad que es fundamental para el desarrollo en la primera infancia. A medida que vamos saliendo de lo peor de la pandemia, el enfoque radical de la Ley de Rescate Estadounidense para combatir la pobreza infantil brindará una ayuda fundamental a las personas que más la necesitan. El gran desafío ahora es ver si las disposiciones de la ley pueden hacerse permanentes y si de aquí en adelante trataremos a cada menor vulnerable como si fuera de nuestra propia familia.