Walter Juárez Estrada
Al terminar el jaleo de estira y encoge que se ha dado en la integración de los tribunales; la selección, elección y nombramiento de los futuros magistrados de las Cortes y de la Corte de Constitucionalidad, que debe tomar posesión los togados el l4 de abril, antes tienen que resolver si a o nó lugar a las impugnaciones con varios de los designados, a quienes se les sindica en los tribunales por la Fiscalía Especial Contra la Impunidad de estar sindicados de hechos ilícitos.
Varias comisiones del Congreso, tienen en estudio anteproyectos para reformar la Ley del Organismo Judicial y artículos de la Constitución, vinculados al sector justicia y analizar aquéllos que den luz y trasparentar para dar certeza y credibilidad en sus fallos judiciales y que no tengan sesgos que den lugar a criticas e impugnar autos y sentencias, como ha sido usual que ha saturado los tribunales, con apelaciones sin mayor fundamento.
El problema para elegir a los magistrados de las Cortes, es histórico de nunca acabar. Los actuales jueces de los Tribunales de Justicia, por ley cumplieron su período de 5 años, el l3 de octubre de 2019. Varias acciones se impulsaron en el ente Constitucional a la que se adhirió el MP. por irregularidades y haber visitado los aspirantes el hospital donde se encontraba el operador político Gustavo Alejos; la CC. autorizó a los jueces a continuar ejerciendo el cargo.
Cuando pase todo éste conflicto de los nuevos magistrados de las Cortes y de la CC. es saludable hacer reformas de fondo a las leyes y terminar con esos problemas. Evitar que grupos políticos y económicos tengan injerencia directa en esas designaciones. EE.UU. ha reiterado que los organismos del Estado deben ceñirse a sus funciones y no contaminarlas con la política partidista. El presidente Giammatei fue advertido por su homologo Biden. Si efectivamente se quiere consolidar el Organismo Judicial, para hacerlo más eficaz y eficiente los diputados, deben solicitarla asesoría de connotados abogados, especialmente constitucionalistas para que les den luz y salir de este atolladero de cada cinco años y resolver lo que regula la Constitución y desechar a grupos extraños que empañan los procesos y elegir a profesionales probos y honrados para los tribunales.
La justicia debe ser pronta y cumplida. Hay una mora judicial en la sustanciación de los procesos en todos los tribunales, perjudicando a litigantes y usuarios, que demandan acelerar las sentencias, especialmente en los casos laborales y de familia. Debe desaparecer el Consejo de la Carrera Judicial y el Organismo Judicial retomar el papel que le asigna la Constitución y abolir las Comisiones de postulación que en la práctica, son negocios espurios y ejemplo de ello, el encausamiento de los rectores Stuardo Gálvez y Murphy Paíz, que con su accionar han empañado a la muy leal y querida tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala y si efectivamente hay pruebas para juzgarlos, deben ser condenados con todo el peso de la ley y reivindicar a la entidad que ha dado prestigio a nivel mundial.