Ayer se inauguró el ciclo escolar para millares de niñas, niños y adolescentes del sector público. En medio de la pandemia las clases serán virtuales, sin embargo, el Ministerio de Educación, Mineduc, se resiste a reconocer la cifra oficial de deserción escolar debido a la complicada cobertura educativa que esa institución brinda a la niñez guatemalteca en medio de la pandemia COVID-19.
En 2019, un total de 211 mil 22 estudiantes de los cinco niveles educativos (preprimaria, primaria, básico, diversificado y primaria de adultos) abandonaron los estudios, dentro de un total de alumnos inscritos de 4 millones 178 mil 719 estudiantes, de acuerdo con datos suministrados por la Dirección de Planificación del Ministerio de Educación.
Con casas sin internet, sin celulares, sin agua, familias angustiadas y un gobierno que se lava las manos, el sistema educativo nacional está desgastado. Y así arranca el ciclo lectivo. Todo preparado para que el presidente Alejandro Giammattei justifique los más de Q18,682.07 mil millones que proyectan al presupuesto de esa institución para el 2021. El mandatario y la ministra Claudia Ruiz inauguraron el ciclo lectivo en la escuela oficial urbana del barrio El Calvario, Santa Catalina La Tinta, Alta Verapaz.
Pese a que el Mineduc estima que en 2020 abandonaron los estudios 63 mil 855 estudiantes en los niveles de preprimaria, primaria, básico, diversificado y primaria para adultos, esa institución asume que la baja en la deserción comparada con el 2019 se debe a la entrega de alimentación escolar y el seguro médico otorgados a los alumnos. Sin embargo, el diputado Alberto Sánchez, integrante de la Comisión de Educación del Congreso, señaló que la forma de obtener las estadísticas no es certera.
La crisis generada por el COVID-19 muestra un desafío para la educación pública, ya que con dificultades en términos de cobertura e infraestructura, el Mineduc debe adaptarse a las medidas de distanciamiento social para continuar con el ciclo escolar mediante canales televisivos, virtuales y a distancia.
La cobertura educativa se complica en el área rural donde millares de niñas, niños y adolescentes carecen de la tecnología para acceder a las aulas virtuales. Existen casos especiales de maestros que imparten sus clases de forma presencial, en las calles y a domicilio, sin embargo, son casos contados.
Es necesario que el Mineduc atienda la demanda de estudios de la niñez y adolescencia que son derechos constitucionales que la población merece. Esa institución debe esforzarse por brindar cobertura a la niñez de todo el país, principalmente en el área rural para evitar que la deserción escolar se incremente tal como sucedió el año pasado. La inversión en educación debe ser trasparante.