Que Moto haya pretendido, con el pariente de uno de los sindicados, hacerse cargo del proceso iniciado por las Comisiones Paralelas en el que resulta como principal sindicado Gustavo Alejos, es un hecho que resulta lapidario. Foto La Hora

El comunicado de ayer del Departamento de Estado, en el que vinculan sin tapujos al juez Mynor Moto con Gustavo Alejos, no deja ningún lugar a dudas respecto a cuál es la posición de ese país con relación al proceso de integración de las Cortes que se tiene que dar en Guatemala. Los requisitos constitucionales de Capacidad, Idoneidad y Honradez no pueden ser obviados al momento de designar a los magistrados de Salas de Apelaciones, de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Constitucionalidad.

Insistimos en que la movida de los corruptos al promover al juez Moto como magistrado de la CC es una acción burda porque son demasiado evidentes las acciones de dicho funcionario judicial que demuestran su falta de idoneidad y honradez para el ejercicio del cargo. El simple hecho de que él haya pretendido, con el pariente de uno de los sindicados, hacerse cargo del proceso iniciado por las Comisiones Paralelas en el que resulta como principal sindicado Gustavo Alejos, es un hecho que resulta lapidario para evidenciar la podredumbre que hay alrededor de esta trama montada por el oficialismo y sus aliados, tanto en el sector público como en el privado, para asegurar, mediante el control de la Corte de Constitucionalidad, la conformación de todo un sistema de justicia comprometido con las mafias.

Es evidente el cuidado que algunos que pretenden salvar la cara con Estados Unidos tienen al emitir sus comunicados en los que, de ninguna manera, se refieren expresamente a un Moto al que han expresado todo su apoyo y respaldo porque él se ha comprometido a ser esa garantía de impunidad que, para muchos, es absolutamente necesaria para seguir operando en el marco de la corrupción que tantos beneficios redita a los implicados.

Y a Estados Unidos le preocupa no que haya un “debilitamiento” del Estado de Derecho, sino que mediante el control del sistema de justicia éste desaparezca por completo en Guatemala y que el régimen de legalidad quede tan sólo como una lejana aspiración. El control de la CC ahora es vital para las mafias porque con ello aseguran luz verde para la designación de todos los magistrados ya escogidos por Gustavo Alejos, por la alianza oficialista y bendecidos por poderosos poderes paralelos, para conformar todas las cortes y por ello el descaro de haber seleccionado al más evidente de los comprometidos con las mafias para garantizar que no quede la menor duda sobre el rumbo que tiene que tomar y que tomará, la administración de justicia en Guatemala.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorAsí como esas Salas serán todas
Artículo siguienteEl agua puede ser creada en la Luna por la magnetosfera de la Tierra