Amy Goodman y Denis Moynihan
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris se lanzaron rápidamente a la acción después de prestar juramento el miércoles. Biden firmó 17 órdenes ejecutivas, que desmantelan muchas de las políticas representativas del gobierno de Donald Trump. Biden reincorporó a Estados Unidos al Acuerdo de París sobre Cambio Climático y a la Organización Mundial de la Salud; puso fin a la prohibición de ingreso a Estados Unidos de ciudadanos de países musulmanes; dispuso una suspensión de la mayoría de las deportaciones y detuvo la construcción del muro fronterizo; fortaleció el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA; rescindió el permiso para la construcción del oleoducto Keystone XL; implementó en todo el país el uso obligatorio de mascarilla al ingresar a edificios e instalaciones federales y mucho más.
Kamala Harris es la primera mujer, la primera afroestadounidense, la primera asiáticaestadounidense, la primera indiaestadounidense y la primera caribeñaestadounidense en ocupar la vicepresidencia. Como presidenta del Senado, Harris tomó juramento a Alex Padilla, quien se convirtió en la primera persona de origen latino en representar en el Senado al estado de California y ocupará el lugar que dejó vacante Harris. La vicepresidenta también tomó juramento a los dos nuevos senadores por el estado de Georgia, ambos demócratas: Jon Ossoff, el primer senador judío de Georgia, y el reverendo Raphael Warnock, el primer afroestadounidense del Partido Demócrata en ser elegido para representar en el Senado a un estado del sur. Los demócratas obtuvieron así el control del Senado, aunque por un margen muy estrecho de 50 a 50, en el que el voto de desempate estará en manos de la vicepresidenta Harris.
Todo esto fue posible gracias a los movimientos populares que llevaron a estos políticos al poder. Al igual que los funcionarios electos a los que apoyaron, los organizadores de estos movimientos tampoco perdieron el tiempo y anunciaron campañas de presión para que el Gobierno de Biden-Harris implemente políticas progresistas.
Los políticos responden ante la presión. “Oblíguenme a hacerlo”, fue la célebre respuesta del presidente Franklin Delano Roosevelt al sindicalista y activista en defensa de los derechos civiles A. Philip Randolph, que le estaba reclamando ayuda para los afroestadounidenses y la clase trabajadora.
Waleed Shahid, portavoz de la organización Demócratas por la Justica, dijo en una entrevista con de Democracy Now!: “Es momento de que Joe Biden cumpla con la mayoría multirracial que lo llevó a la presidencia y muestre resultados. Queremos que Joe Biden cumpla con los cuatro temas sobre los que él mismo dice que tiene un mandato: la pandemia, la economía, la crisis climática y el racismo sistémico”.
Un día después de la investidura de Biden, el movimiento por la justicia climática Sunrise Movement realizó un Día de Acción Nacional, que incluyó manifestaciones enfocadas en el ahora líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, y en el senador Dick Durbin.
La directora ejecutiva de Sunrise Movement, Varshini Prakash, declaró en un comunicado: “En medio de una gran crisis, con el año más caluroso registrado hasta el momento, con una pandemia mundial, una desigualdad récord y una democracia fallida, Estados Unidos se encuentra en una encrucijada”. Y añadió: “La década del New Deal ecológico debe comenzar ahora”. El movimiento Sunrise Movement está llamando a organizar una campaña masiva para hacer que nuestra sociedad deje de utilizar combustibles fósiles.
La ventana para impulsar el cambio es estrecha; los demócratas controlan la presidencia, la Cámara de Representantes y el Senado, pero las elecciones de 2022 pueden devolverle el control del Congreso a los republicanos. El senador Bernie Sanders, cuya campaña presidencial inspiró e involucró a decenas de millones de personas afines a las ideas progresistas, está abogando por una rápida acción y propone utilizar un procedimiento conocido como “reconciliación presupuestaria”, mediante el cual se pueden aprobar leyes importantes en el Senado por mayoría simple, evitando así las dilaciones de las tácticas obstruccionistas. Sanders es ahora el presidente del Comité de Presupuesto del Senado y, por lo tanto, ejercerá una influencia significativa sobre las decisiones que tome el Congreso respecto a temas presupuestales.
Los demócratas también esperan que se apruebe el proyecto de ley H.R. 1, conocido como For the People Act, o Ley para el Pueblo, una ley cuyo objetivo es fortalecer aspectos fundamentales de nuestro proceso democrático. Dicho proyecto fue aprobado por la Cámara de Representantes en 2019 y ha languidecido desde entonces en el Senado liderado por el republicano Mitch McConnell. El proyecto de ley terminaría con la manipulación de los distritos electorales, haría mucho más sencillo el proceso de registro en los padrones electorales, declararía el Día de las Elecciones como feriado nacional, y proporcionaría fondos públicos para las campañas, entre otras cosas.
En 2021, las legislaturas estatales utilizarán los resultados del censo que se realizó en 2020 en Estados Unidos para volver a trazar los distritos congresionales. Los republicanos controlan el Poder Legislativo en 31 estados, donde se espera que manipulen los distritos electorales para maximizar su poder político, aun cuando representan a una minoría de los votantes estadounidenses. En 2019, la Corte Suprema, en una decisión dividida de 5 votos a favor y 4 en contra, dictaminó que los tribunales federales no tienen competencia para intervenir en demandas contra la manipulación de los distritos electorales. La Ley para el Pueblo podría cambiar esta decisión.
En su entrevista con Democracy Now!, Waleed Shahid afirmó: “Este momento es un momento único e inédito para nuestro país: Joe Biden realmente podría ser conocido en el futuro como uno de los presidentes más transformadores en la historia de Estados Unidos, al igual que Abraham Lincoln, Franklin D. Roosevelt y Lyndon B. Johnson”.
Uno de los momentos más destacados y emotivos de la ceremonia del miércoles fue la intervención de la joven poeta Amanda Gorman. A sus 22 años se convirtió en la poeta más joven en participar en una investidura presidencial. Amanda Gorman terminó de escribir el poema The Hill We Climb (La colina que escalamos) poco después del violento asalto al Capitolio del 6 de enero. El poema incluye estos conmovedores versos:
“No vamos a retroceder
ni nos dejaremos intimidar
porque sabemos que nuestra inacción y nuestra inercia
serán la herencia de las próximas generaciones.
Nuestros errores se convierten en sus cargas.
Pero una cosa es segura:
Si combinamos misericordia con poder,
y poder con derechos,
entonces el amor se convierte en nuestro legado
y esto cambia los derechos con los que nuestros hijos nacen”.
Los sectores progresistas se enfrentaron a un muro, tanto en sentido literal como metafórico, con Donald Trump. Con Joe Biden y Kamala Harris, el muro se ha convertido en una puerta. Los esfuerzos y la acción de los movimientos populares serán fundamentales para determinar si esa puerta se cierra de golpe o se abre de par en par.