David C. Martínez Amador.
Lo sucedido el pasado miércoles dentro y fuera del Capitolio fue un evento político cuyo precedente, se remonta al año de 1814 cuando las tropas británicas asaltaron violentamente y quemaron la sede del poder legislativo estadounidense. Pocos saben en realidad que los Estados Unidos de América no obtuvo su independencia plena en 1776 cómo el mito histórico lo presenta.
Lo que sí es una completa novedad es afirmar que luego de más de 200 años de democracia ininterrumpida, la transición de poder en los Estados Unidos ha visto su primer episodio violento. Episodio violento que es total y completa cortesía de la derecha estadounidense Esto es importante dejarlo en claro
En la tradición política de Estados Unidos, el acto ciudadano de expresarse en público o ´tomar la calle´ no es un tradición política cómo podría serlo en Francia Sin embargo, los movimientos de izquierda, progresistas, los defensores de la igualdad racial si han tenido una vocación mayor para hacerse notar en los espacios púbicos. Grupos como Antifa, o Black Lives Matter han tenido episodios complejos y violentos, pero nunca al nivel de los visto el pasado miércoles. Sorprende además, lo laxo de la reacción por parte de la policía frente a esta turba de salvajes y la brutalidad con la cual las manifestaciones donde hay ciudadanos de raza negra son reprimidas.
Así las cosas, Estados Unidos mostró su peor cara, pero todo es resultado de una derecha, de un partido republicano que supo poner un alto al Presidente Trump. Una derecha y un partido republicano que toleraron de forma cómplice cuatro años de fomento a las ´fake news´, el insulto a la oposición política y ataque sistemático a la prensa así cómo la incitación al odio racial . Y que no se olvide, jamás obligaron a Trump a condenar los actos violentos causados por los grupos de neo nazis en Virginia.
Todo lo anterior fue permitido en razón de una victoria electoral que le devolvió el control de las dos cámaras a los republicanos y un estilo de administración que primó los negocios Pero, en el fondo, esto permitió un sutil intento de normalizar el fascismo en Estados Unidos. Y la derecha estadounidense así cómo el partido Republicano le dieron carta blanca.
La experiencia de Trump muestra también cómo el régimen presidencial en razón de buscar sostener el mandato ininterrumpido hizo que Estados soportara por cuatro años a un presidente que golpeó las instituciones y afectó gravemente la calidad meritocrática de la administración pública.
La experiencia de ´Trumplandia´, que es equiparable al ´Berlusconismo´, tiene por esencia negar la realidad de los hechos, la mentira patológica, inventar ´los hechos´ y presentarlos convenientemente a hordas ciudadanas sedientas de venganza contra ´aquellos´ a quienes culpan de sus desgracias: ´La élite´, judíos, extranjeros, universitarios o periodistas. La experiencia de Trumplandia se parece mucho al chavismo en términos de desmontar las tradiciones políticas republicanas, dando cómo última función de gala un intento de autogolpe para desconocer la rama legislativa.
Quizá por todo lo anterior, tantos ´de derecha´ simpatizan con Trump