Walter Juárez Estrada
El Congreso tiene en sus atribuciones según la Constitución, elegir a funcionarios. La 9ª. Legislatura quedó en deuda con el pueblo, al manosear a su sabor y antojo por intereses espurios, la designación de las Cortes, violando la Carta Magna y las sentencias de la Corte de Constitucionalidad, que ordenó la elección de magistrados de viva voz, enfrascándose el último dia de la sesión extraordinaria qué se debería elegir primero, si los magistrados de la Corte Suprema de Justicia o de los otros tribunales colegiados. Fue una sesión insípida al darse lectura a los fallos del Tribunal Constitucional, que ordena el procedimiento a seguir en la elección que se ha prolongado y la interrogante es ¿con quién están los diputados…? si son representantes del pueblo.
El proceso para elegir a los magistrados debió hacerse el 13 de octubre anterior, cuando se cumplió el período de 5 años. Las acciones que se promovieron en la Corte de Constitucionalidad, se volvió un estira y encoje. Una ruleta ruta. El pacto de corruptos ha prevalecido en los Organismos del Estado y los diputados que se han plegado al oficialismo para prolongar la elección, deberían ser enjuiciados por incumplimiento de deberes y el Organismo como el Judicial, obligado a dignificarse, pues dentro de sus atribuciones, está la potestad de juzgar y promover la ejecución de lo juzgado, normas en la actual Corte, es letra muerta, al favorecer a corruptos diputados y políticos que por años han tenido al país de rodillas para beneficio personal.
Los diputados según el fallo de la CC el voto es de viva voz, lo que ha irritado a los legisladores que indican que esto no está normado en ley. En la agenda de la futura legislatura, cuya directiva ha sido cuestionada en las plazas por su incapacidad y prestarse a juegos sucios, debe elegir a los jueces sin tacha de no cumplir, se da por hecho que se presentaran impugnaciones y se prologara la función de los magistrados.
El proceso de selección en las comisiones de postulación se ha vuelto un negocio rentable y conflicto de intereses. Los operadores políticos han contaminado el evento y se creyó que con nuevos diputados la imagen del Legislativo iba a cambiar, pero no fue así, pese a la presión del pueblo que con justa razón ha pedido una depuración en los tres poderes del Estado.
Se debe pensar en serio que los magistrados hayan hecho carrera judicial y se les designe por sus méritos de honradez y capacidad de por vida, para evitar que cada 5 años se contamine un proceso donde corre dinero y se mezcla la política y el narcotráfico. Los actuales magistrados de la CSJ fueron elegidos no por méritos, hubo injerencia directa de los ex diputados del PP. Y Lider y en su gestión por fallos espurios han favorecido a imputados de varios delitos. La responsabilidad es de los diputados que tienen la obligación de cambiar la imagen del Organismo Judicial.