Jorge Morales Toj
Ante la crisis política generada por las distintas instituciones públicas del Estado de Guatemala, el gobierno del presidente Giammattei se apresuró e invocar la “carta democrática” de la Organización de Estados Americanos OEA. Ante el llamado del gobierno, una misión de OEA se encuentra en la ciudad de Guatemala. Aún es incierto el éxito o el fracaso de dicha misión.
La misión de la OEA ha sido excluyente y hasta cierto punto denota una actitud parcializada hacia el gobierno. Las distintas expresiones sociales no han sido tomadas en consideración por parte de la misión. Los pueblos indígenas han sido excluidos y los movimientos campesinos marginados. La misión reproduce el accionar del Estado centralista y capitalino, pareciera ser que los departamentos del país no cuentan para dicha misión.
Distintas expresiones organizativas han hecho llegar algunas comunicaciones a la misión de OEA. Por su relevancia me permito reproducir literalmente la postura de Los B’oq’ol Q’esal Tenam (Autoridad Indígena Ancestral del Pueblo Maya Ixil) y el Parlamento Xinka, quienes expresan: “Exigimos a la Secretaría de la OEA, para que apoye las demandas de la población maya, xinka,garífuna y mestiza honrada de Guatemala, que han sido planteadas en diversos comunicados por nuestros pueblos y organizaciones; y, debido a tanta indignación debió salir a manifestar pacíficamente pidiendo la renuncia del presidente, diputados y demás funcionarios corruptos, hecho que fue calificado como terrorismo y según nuestro presidente es la causa de la inestabilidad de la institucionalidad del Estado”.
Por su parte el Pacto Ciudadano mediante un comunicado expone: “El Enviado Especial del Secretario General ha venido a encontrarse con una narrativa gubernamental que intenta criminalizar a los actores que demandamos democracia; con un presidente que no da marcha atrás y no solo no ha destituido a los causantes de las graves violaciones a Derechos Humanos, sino autoriza seguir con burdos montajes para aparentar una violencia que nunca ha existido por parte de las manifestaciones que piden su renuncia. Y aún estando la misión de la OEA en Guatemala, hoy el partido oficial pretende llevar una agenda legislativa para aprobar el antejuicio a dos magistrados de la CC por sus decisiones de evitar que pudieran elegir candidatos no idóneos dentro de la Corte Suprema de Justicia y destituir al Procurador de los Derechos Humanos, ambos criminalizados por este gobierno por sus decisiones. Esto demuestra una ausencia total de voluntad política para abordar seriamente la crisis”.
Cabe destacar que la Carta Democrática establece en el artículo 6 lo siguiente: “La participación de la ciudadanía en las decisiones relativas a su propio desarrollo es un derecho y una responsabilidad. Es también una condición necesaria para el pleno y efectivo ejercicio de la democracia. Promover y fomentar diversas formas de participación fortalece la democracia”. Pido a la misión de la OEA aplique la integralidad de la Carta Democrática y les reitero que la crisis política que atraviesa Guatemala es el resultado de un cúmulo de desaciertos del gobierno y del congreso.
Por el bien del Sistema Interamericano, la misión de OEA presente en Guatemala, debe escuchar las diversas voces de la ciudadanía guatemalteca.