Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

La mayoría de guatemaltecos están dispuestos a luchar por el país. El poderoso vecino del norte empieza a dar señales, manda mensajes que nos dan idea de cuál será su postura. Ahora, lo que me corresponde y desde donde puedo y debo opinar. ¿Cómo podemos dormir tranquilos los que pertenecemos al sector privado organizado, al quedarnos impávidos y convivir con la corrupción y la impunidad? ¿Y si nos sumamos al clamor popular y nos distanciamos de las mafias y nos ponemos del lado correcto de la historia? Seríamos la bisagra que facilite a la ciudadanía recuperar el país. Esa ciudadanía, compuesta por nuestros colaboradores y nuestros compatriotas, es nuestro mercado; sumémonos a su lucha, que también debiese ser la nuestra.”.

Así cerró hoy Estuardo Porras su columna semanal en elPeriódico y me pareció importante destacar el párrafo porque lo que necesitamos todos los que no nos rendimos por una mejor Guatemala, es dar ese paso decidido que nos permita alcanzar los acuerdos necesarios.

Ayer en la noche tuve la oportunidad de estar con la Comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que vino a hacer un trabajo exploratorio y ratifiqué la postura de La Hora y la personal, en el sentido que no hay golpe, que hay oportunidades de tocar fibras al sistema y que el presidente Alejandro Giammattei, en lugar de subirse al carro correcto, decidió desde hace muchos meses pasarse del lado equivocado de la historia y ahora le toca inventarse un Golpe Inexistente: hay hartazgo en la gente, menos indiferencia y muchos retos, pero no golpe.

Ahora leemos o escuchamos más opiniones en medios, en redes, en la radio que nos hacen pensar que cada vez es más fino y aterrizado el diagnóstico de lo que tiene el país, pero necesitamos ponernos de acuerdo en la receta, en lo que le vamos a administrar al paciente. Habremos de decidir si le damos una aspirina para el cáncer o vamos a iniciar ese largo y agresivo tratamiento que buscará erradicar el cáncer de raíz.

Hay quienes han expresado que si no se suben al carro los grandes capitales de las élites, en especial del sector privado, cualquier cambio es imposible. No podemos decir que debemos escucharnos más pero de tajo borrar del mapa a ciertos actores: quien esté dispuesto a sumarse, a demostrar con hechos que compartimos el anhelo de una Guatemala diferente, con un sistema saneado, debe ser bienvenido.

Pero si los mandamases de cualquier de las élites (económicas o sociales) no quieren subirse, debemos entender que será necesario seguir construyendo otras rutas, con actores comprometidos, que representen diversos sectores y que tengan la capacidad de unirse para juntos ir moviendo la aguja en el sentido correcto.

Expresa Porras que nuestros amigos del norte empieza a dar señales y tiene razón, ahora necesitamos podernos articular mejor para que cualquier apoyo de la comunidad internacional nos ayude a materializar los cambios que necesitamos en el sistema de compras (es la meta por la que aspiran todos porque ahí está el dinero), el sistema electoral (el vehículo con el que buscan llegar a la fiesta del saqueo), el sistema de servicio civil (es la agencia de empleos que le permite hacerse de buena plata y poder) y el sistema de justicia (porque es la net de seguridad impunidad que les permite hacer las tras acciones anteriores sin miedo a consecuencias legales y/o sociales).

Giammattei no debió haber invocado la Carta Democrática ni hablar de Golpe por las manifestaciones ciudadanas, al igual que el corrupto presidente del Congreso. Era la oportunidad para pedir apoyo y enfrentar a las mafias pero eso ya parece muy tarde para un mandatario que sucumbió al sistema.

Que lo que no puede hacer el status quo sea una oportunidad que sí aprovechemos los ciudadanos.

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