Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Estamos viendo una especie de película de Hollywood que al Gobierno, los diputados de la Alianza oficialista y los aliados del sistema, se les salió de contexto el guión pero a juzgar por los hechos les vale gorro y les viene del norte.

La reacción de la gente el sábado en La Plaza sí les preocupó (no esperaban tanta) pero tenían su plan para jugar al miedo, intentar minimizar la protesta y por eso pactaron el fuego en el Congreso de la República.

Solo que esta película sí es real, pues nuestra gente ha perdido una vida entera, millones de personas han quedado ancladas al ciclo generacional de la pobreza y la atroz corrupción que nos aqueja, ha cobrado miles de vidas y truncado millones de sueños.

Llegamos a tal nivel de perversidad del sistema, que los defensores del mismo y por tanto, de la corrupción, de los negocios, de las plazas, de las valijas llenas de pisto, de la justicia paralela y de la impunidad generalizada, llegaron al extremo de pactar un incendio.

Cualquier investigación independiente, con los indicios existentes, lograría unir todos los elementos que apuntan a que el incendio del Congreso fue un hecho pactado con el afán de deslegitimar a los manifestantes pacíficos que ya entendieron que el problema, más allá del presupuesto, es el sistema que descansa en la corrupción.

Se despertó la gente alejada de los radicalismos y pensaron que al facilitar el vandalismo, el hartazgo iba a desaparecer de La Plaza pero les falló el cálculo, al punto que para tratar de dispersar la indignación de la gente, tiraron lacrimógenas a los manifestantes pacíficos con el afán de mandarlos a su casa.

Luego vino la represión ordenada desde los Altos Mandos. El viernes hubo reuniones en Casa Presidencial en las que predominaron los gritos del inquilino de turno.

Aquí es donde tener a Consuelo Porras les rinde frutos y al menos 88 diputados que ayer aprobaron la represión. Cualquier investigación independiente daría resultados pero Porras no es independiente y los diputados necesitan la represión porque estiman que eso los mantiene en el cargo y les permite gozar de la plata de los guatemaltecos.

Una turba enardecida le hubiera prendido fuego a cada curul, no solo a lo que los organizadores pidieron; sí se cuidaron de tener antimotines en pasos perdidos, en la puerta del hemiciclo. Llegaron al nivel de “pactar” un incendio y por eso no capturaron a uno solo de los vándalos pero sí fueron contra otra gente. En cualquier incendio no pactado, dejan pasar la motobomba.

Y ahora archivan un presupuesto porque Giammattei eso les pidió para no vetar Y MANTENER LOS ACUERDOS (OBRAS, PLAZAS, NEGOCIOS) en juego. Para el “nuevo presupuesto 2021” reducirán el monto pero no tocarán los dineros que son parte del acuerdo para mantener las alianzas y los hueveos y por eso hacen mesas para cumplir un requisito.

Ahora van contra dos magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) para no tener ningún tipo de freno, sintiendo que con la Profeta, el amigo de Gustavo Alejos y el protector de Ríos Montt, cocinan cualquier cosa.

Está en juego el sistema y vamos rumbo al autoritarismo de la Dictadura de la Corrupción. No ha sido, no es y no será fácil pero solo su voz, su participación, su deseo de alcanzar acuerdos, su voluntad de escuchar y el anhelo de una Guatemala mejor, nos puede sacar adelante.

Ojalá esté listo porque llega el momento de la verdad.

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