Ana Cristina Morales

crismodenesi@gmail.com

Médica y cirujana licenciada por la Universidad de San Carlos de Guatemala, especializada en psiquiatría con arreglo al Programa USAC/IGSS. Con las especializaciones de atención en psicoterapia a mujeres maltratadas, así como en adicciones y Supervisora psicosocial. Autora de -Aprender a perdonar. “Una herramienta en psicoterapia”, publicación personal, y coautora del artículo: “Consecuencias biopsicosociales del abuso sexual”, del libro Síndrome de intestino irritable y otros trastornos relacionados, publicado por Editorial Panamericana. Del libro “El perdón y la salud” de editorial Plataforma. Columna de opinión “Conversando con la Psiquiatra” en el periódico guatemalteco “La Hora”, Trabaja en oficina privada como psicoterapeuta y psiquiatra.

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Dra. Ana Cristina Morales Modenesi

Todos en este mundo necesitamos de normas, la vida sin ellas puede ser un desastre. Y desde niños son necesarias. Porque ayudan a protegernos y a la convivencia respetuosas con otros, a interiorizar un código moral de lo que puede ser bueno o malo para uno mismo y/o para los demás.

Conocer las reglas de un escenario de vida, significa conocer los límites en los cuales un niño y una persona se pueden desenvolver sin daños personales ni a terceros. Con ello se establece un orden de funcionamiento personal y social.

Los límites sitúan a las personas en un ambiente finito, que puede conducir a una mayor seguridad personal. También a una conducta respetuosa consigo mismas, con el entorno y con los demás. Estos inician su establecimiento en edades tempranas en la niñez. Cuando se les enseña a los menores acerca de las consecuencias que puede generar el incumplimiento de normas que se establecen en el hogar.

La enseñanza del respeto a las reglas de desempeño social, corresponde a la de disciplina. Con ello los niños ejercitan el control de su impulsividad y aprenden a postergar la gratificación.

Si a los menores no se les proporciona límites, cursaran con ansiedad y con conductas inapropiadas dentro del contexto social. No contarán con la capacidad de autocontrol y tendrán dificultades en el desempeño de su vida personal y social. Ya que las normas serán proclives a ser transgredidas y con ello, al desarrollo de la sociopatía.

A veces existe el mal entendido de que aplicar límites corresponde a un patrón de crianza autoritaria. Cuando el hacerlo, es una manifestación de amor hacia los hijos.

Existen algunas consideraciones en tanto al establecimiento de normas a los menores. Estas deben de ser razonables, es decir, también comprensibles. El lenguaje de las mismas ha de ser claro y con adaptación a la edad, han de ser consistentes y congruentes, para que ellos estén conscientes de las posibles consecuencias lógicas de su incumplimiento. El establecimiento de límites también ayuda a la construcción de estos en propiedad.

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